Los ovarios son dos pequeños órganos del tamaño de una almendra situados, cada uno de ellos, a un lado del útero. Su función es la de producir los óvulos que son liberados en ciclos mensuales durante los días fértiles. A veces pueden formarse bolsas o pequeños sacos de líquido en un ovario o en su superficie, son lo que conocemos como «quistes de ovario».


La mayoría de los quistes ováricos no provocan molestias y desaparecen sin tratamiento en unos cuantos meses. Sin embargo, algunos quistes de ovario (especialmente si se han roto) pueden ser muy dolorosos. Por eso es importarte hacernos exámenes pélvicos regulares y familiarizarnos con los síntomas que pueden indicar que tenemos un problema grave.

Síntomas de los quistes de ovario

Como acabamos de mencionar, la mayoría de los quistes ováricos no provocan ningún síntoma, pero en otras ocasiones (sobre todo si el quiste es muy grande o si se ha roto) puede hacer que sintamos:

  • Dolor pélvico en la parte inferior del abdomen donde se localiza el quiste.
  • Retraso de la menstruación.
  • Sangrado vaginal fuera del periodo menstrual: es una señal de alerta importante y debemos informar a nuestro médico cuanto antes, ya que podría indicar la presencia de un quiste hemorrágico debido a la ruptura de un pequeño vaso sanguíneo en su interior.
  • Hinchazón y aumento de peso debido a los cambios hormonales: la dificultad del ovario para funcionar bien induce una resistencia a la insulina. La insulina como bien sabemos, es producida por el páncreas. Este órgano y la insulina tienen entre sus funciones la función anabólica, que es formar tejidos sobre todo grasa. Como hay una resistencia a la insulina, esta es secretada en mayor cantidad para mantener el nivel de azúcar normal en la sangre. Al ser secretada la insulina en mayor cantidad aumenta el anabolismo, es decir, el aumento de grasa. Por eso el complicada la perdida de peso en las mujeres con quistes.
  • Dolor durante las relaciones íntimas: algunas veces los quistes de ovario provocan que la mujer experimente mucho dolor al tener relaciones sexuales con su pareja. Ante una sospecha de este tipo, deberías acudir lo antes posible a la consulta del ginecólogo.
  • Dificultad para quedarse embarazada: debido a la irregularidad del período menstrual, surgen también dificultades para quedarse embarazada. La irregularidad se produce porque el óvulo no madura y no desciende sino que se queda rodeado por una pequeña cantidad de liquido.
  • Náuseas y vómitos: si llegas a sentir náuseas y vómitos de manera constante e intensa debido a la ruptura de un quiste ovárico, te recomendamos acudir inmediatamente al médico.

¿Por qué se producen los quistes de ovario?

La mayor parte de los quistes de ovario son funcionales y se producen a raíz del propio ciclo menstrual. En los ovarios tenemos unas estructuras llamadas «folículos» que producen las hormonas estrógeno y progesterona y liberan un óvulo al completar el ciclo menstrual. Un quiste funcional comienza cuando el folículo no se rompe ni libera el óvulo, sino que continúa creciendo. Los quistes funcionales son generalmente inofensivos, rara vez provocan dolor, y suelen desaparecer por sí solos en dos a tres ciclos menstruales.

Otro tipo de quistes, más inusual son los quistes dermoides (también llamados teratomas). Se forman a partir de células embrionarias y no suelen ser cancerosos.

También están los cistoadenomas que son quistes que se forman en la superficie de un ovario y pueden estar llenos de un material acuoso o mucoso.

Y por último, existe una variedad de quistes llamados endometriomas que están provocados por un crecimiento anormal de las células endometriales uterinas que crecen fuera del útero (endometriosis). Parte del tejido se puede adherir al ovario y formar un bulto.

Los quistes dermoides y los cistoadenomas pueden agrandarse, lo que provoca que el ovario se desplace de su posición. Esto aumenta la posibilidad de que se produzca una torsión dolorosa del ovario, llamada «torsión ovárica».

Factores de riesgo

Los quistes de ovario se pueden complicar por otras causas como el embarazo, problemas hormonales, infecciones u otros quistes previos. Las masas ováricas quísticas que se producen después de la menopausia pueden ser cancerosas (malignas). Por eso es importante hacerse exámenes pélvicos con regularidad.