¡Qué bien se estaba en verano! Disfrutamos tomando el sol y luciendo bronceado con nuestros shorts y vestidos favoritos. Pero al llegar octubre comenzamos a notar los efectos del fotoenvejecimiento: piel seca, manchas, arrugas más marcadas… ¿Qué podemos hacer para recuperar la piel tras el verano? Los profesionales sanitarios y farmacéuticos del blog Tu Equilibrio y Bienestar nos ofrecen los mejores consejos para regenerar la piel de los estragos causados por las altas temperaturas. Te resumimos aquí algunas de recomendaciones destacadas por este grupo de expertos.

Examina tu piel en busca de anomalías.

La autoexploración de la piel es algo que deberíamos tener presente los doce meses del año, pero es todavía si cabe más importante en otoño debido a las afecciones dermatológicas propias de la etapa estival: infecciones por hongos (onicomicosis), foliculitis (a veces provocada por los métodos de depilación tradicionales) o aparición de manchas solares.

Ante cualquier señal anómala como lesiones de la piel que tardan en cicatrizar o lunares que cambian de forma, debemos acudir a nuestro centro de salud para tener el diagnóstico oportuno.

Protección solar durante todo el año.

protección solar en otoño e invierno

Algunas personas prescinden de la protección solar durante los meses de otoño porque asocian las bajas temperaturas y la escasez de luz solar con una menor actividad de los rayos ultravioleta.

No conviene equivocarse. La radiación nos sigue afectando durante todo el año. El daño provocado por las exposiciones solares sin protección es acumulativo; envejece el ADN celular y supone un factor de riesgo en el desarrollo de cáncer de piel.

Además, no hay razón para cambiar de filtro solar al llegar el otoño. La elección del factor de protección solar depende del fototipo, no de la época del año.

Productos más hidratantes y calmantes.

Los cambios de temperatura hacen que la piel esté más sensible y seca. Los expertos del blog Tu Equilibrio y Bienestar nos aconsejan utilizar productos más emolientes y con activos calmantes. Utiliza un gel de ducha suave y que respete el equilibrio del manto hidrolipídico. Busca fórmulas que contengan urea. Esta sustancia tiene la capacidad de retener el agua, proporcionando una hidratación duradera. Es ideal para recuperar la piel seca y descamada, incluso en los casos de dermatitis atópica y psoriasis ya que alivia el picor gracias a sus propiedades antiinflamatorias.

Finaliza tu rutina con la aplicación de una buena crema hidratante. El rostro debe hidratarse dos veces al día (mañana y noche). La función de la crema de día es humectar y proteger el cutis de las agresiones ambientales, por eso lo habitual es elegir un producto que contenga antioxidantes en su formulación (vitamina C, vitamina E, carotenoides, Coenzima Q10, etc.). Los antioxidantes neutralizan la acción dañina de los radicales libres, son tus mejores aliados para prevenir el envejecimiento cutáneo. En cambio, la crema de noche tiene una función regeneradora: proporciona a la piel los nutrientes que necesita para reparar el daño celular. Algunos componentes habituales en las cremas de noche son las ceramidas, ácidos grasos, vitaminas, colágeno, melatonina y ácido hialurónico, siendo este último una de las mejores opciones para evitar la deshidratación de la piel.

No te olvides de exfoliar.

Es el momento de eliminar células muertas e impurezas para que la piel respire. La exfoliación aumenta la capacidad de absorción de los poros haciendo que la piel sea más receptiva a los principios activos de las cremas y sérums que se aplican. También mejora la micro-circulación a nivel capilar. Tu cutis lucirá más luminoso y suave.

La frecuencia de la exfoliación dependerá de tu tipo de piel. Desde el blog Tu Equilibrio y Bienestar recomiendan realizar una exfoliación suave con partículas finas (sobre todo si tienes la piel sensible).

En ciertas zonas del cuerpo como los codos o las rodillas donde se acumulan muchas células muertas es posible emplear una exfoliación más enérgica.

Tratamientos estéticos.

peeling médico

Son una opción más para luchar contra el fotoenvejecimiento de la piel. El láser o el IPL sirven para eliminar manchas y atenuar las líneas de expresión. Otra solución eficaz para este tipo de problemas es el peeling químico que se puede aplicar en la cara, el cuello, el escote o las manos para tratar las manchas de origen solar y las arrugas poco profundas.

Ambos tratamientos son útiles para recuperar la piel desvitalizada y con un tono irregular. Eso sí, deben ser realizados siempre por un dermatólogo o un profesional de la medicina estética.

Tomar el sol con precauciones.

vitamina D sol

Tomar el sol en su justa medida y utilizando la fotoprotección adecuada nos aporta muchos beneficios para la salud.

Tan sólo con 10 minutos de exposición al día obtenemos la cantidad necesaria de vitamina D para que el calcio se fije correctamente en los huesos.

¿Tienes insomnio o cansancio generalizado? El sol es tu mejor baza para combatir la astenia otoñal ya que estimula la producción de dos hormonas que influyen mucho en el estado de ánimo: la melatonina (que regula los ciclos del sueño) y la serotonina (un neurotransmisor que interviene en el control de las emociones y los cambios de humor).

Y tú ¿cómo piensas cuidarte esta temporada? Visita el blog Tu Equilibrio y Bienestar para descubrir muchos consejos redactados por profesionales de la salud que puedes practicar en tu día a día.