Las citoquinas son pequeñas moléculas de proteínas naturalmente presentes en el cuerpo humano. Estos mediadores solubles controlan muchas funciones fisiológicas como la inflamación, la respuesta inmune y la reparación tisular.

La medicina regenerativa es la especialidad encargada de estudiar las citoquinas y en los últimos años ha descubierto su relación con los procesos de regeneración celular, especialmente en lo que respecta a la reparación de las fibras de colágeno y elastina dañadas.

Hoy te hablaré de un tratamiento estético para rejuvenecer la piel utilizando el poder de las citoquinas. Se llama SARC (suero autólogo rico en citoquinas) y entre sus beneficios potenciales está la disminución de arrugas, la eliminación de manchas o la cicatrización de las heridas. Es especialmente beneficioso para aquellas zonas del rostro o del cuerpo que más sufren las consecuencias del fotoenvejecimiento como, por ejemplo, las manos.

¿En qué se diferencia del plasma rico en plaquetas?

Al igual que en el PRP las citoquinas del SARC se obtienen de los factores de crecimiento plaquetario, pero se trata de un proceso de bioingeniería más complejo. En la terapia SARC se aprovechan únicamente las citoquinas con propiedades antiinflamatorias por lo que su eficacia es mayor.

Por lo demás, la forma de administrar el tratamiento es idéntica. Primero, se extrae una pequeña cantidad de sangre del paciente que luego se centrifuga para aislar los componentes sanguíneos y obtener el suero. Después, este suero se infiltra bajo la epidermis con pequeñas microinyecciones. Es un proceso indoloro y de tipo ambulatorio que no necesita ingreso hospitalario.

Con todo, es importante que sea un dermatólogo especializado en este tipo de terapias quien realice el tratamiento. Recuerda también que es importante seguir protegiendo tus manos del sol aplicando a diario una crema con FPS15 o superior y evitando el contacto directo con detergentes o productos abrasivos.