relajación


La ansiedad, el estrés y las preocupaciones son factores que pueden afectar negativamente a nuestra salud y belleza. La familia, el trabajo y el ritmo ajetreado de vida que llevamos actualmente puede pasarnos factura al cabo del tiempo, traduciéndose en cambios físicos: piel envejecida, caída del cabello, descamación (dermatitis), sobrepeso (la ansiedad a veces nos empuja a comer fuera de horas). Además, si eres fumadora y estás intentando dejarlo, los nervios no te ayudan en nada.

Por estos motivos, te recomendamos que practiques la relajación al menos media hora al día como parte de tus rutinas de belleza y bienestar.

El primer paso para conseguirlo, es encontrar un lugar en tu casa, un espacio confortable, donde puedas desconectar de todo. Adorna este lugar con los objetos, colores y recuerdos que te alegren. Puedes poner velas aromáticas de fragancias relajantes como la lavanda, mandarina o canela. Descálzate. Ponte ropa cómoda y aleja de tu mente aquellos pensamientos que te agobian durante el resto del día. Anota también estos consejos:

Controla la respiración

La respiración y la relajación están estrechamente ligadas. Las personas que han practicado yoga alguna vez, entienden muy bien este concepto. Al respirar de forma correcta, oxigenamos nuestro cuerpo y ésto tiene una repercusión sobre nuestro sistema respiratorio y circulatorio, revitalizándonos y aumentando nuestro bienestar en general. Por ello se dice que la respiración es la llave y la puerta para la relajación efectiva.

En lo que respecta a nuestra belleza exterior, el respirar adecuadamente reduce la oxidación celular y los radicales libres, haciendo que la piel esté más luminosa y bonita. Además, si respiramos bien, quemaremos mejor y más eficazmente las grasas de nuestro cuerpo.

Swami Sivananda dice de la respiración yóguica: «el cuerpo se vuelve fuerte y sano: el exceso de grasa desaparece, el rostro resplandece, los ojos centellean y un encanto particular se desprende de toda la personalidad. La voz se vuelve dulce y melodiosa. El adepto ya no es presa de la enfermedad. La digestión se hace con facilidad… Todo el cuerpo se purifica….»

¿Y cómo debemos respirar correctamente?

En los Estados Unidos se ha puesto de moda el Breathing (cursos de aprendizaje para respirar). La mayoría de la población, respira de forma inadecuada. Algunos de los vicios más frecuentes son:

  • Respiración abdominal deficiente: apenas bajamos el diafragma para que el aire entre en los pulmones.
  • Respiración costal y clavicular escasa.
  • No inspiramos y expiramos a un ritmo adecuado.
  • La vida sedentaria y la ansiedad nos provocan una respiración contenida y no natural.

Dicho de otra forma, y para que se entienda de modo más simple, tendemos a respirar únicamente con los pulmones sin involucrar otras partes de nuestro cuerpo. Para respirar correctamente debemos tener en cuenta que existen tres tipos de respiración:

Abdominal o diafragmática

Involucra un movimiento de ascenso y descenso del diafragma. Este baja cuando el aire entra en los pulmones (inspiración) y sube cuando lo expulsamos (espiración).

Coloca una de tus manos sobre el abdomen y examina tu respiración. Toma aire lentamente. Si no notas que el diafragma desciende y se hincha el abdomen, tu respiración es deficiente.

Trabajaremos la respiración abdominal acostadas sobre una colchoneta o sobre la cama. Relájate y espira (expulsa el aire) a fondo varias veces. Trata de vaciar tus pulmones lo máximo posible. Notarás una contracción en el abdomen y que el aire trata de introducirse de nuevo en los pulmones. Intenta contener la respiración unos segundos.

Después, trabajaremos el ritmo. Trata de que la espiración sea lenta, larga y profunda. Repite el ejercicio durante 8 minutos. La inspiración vendrá por sí sola. Notarás como baja el diafragma y el abdomen se hincha.

Conviene practicar este ejercicio hasta dominar completamente la técnica. La respiración abdominal es muy beneficiosa para el cuerpo y la mente, ya que nos relaja a la vez que mejora la circulación y produce un masaje contínuo a los músculos abdominales.

Costal

Implica la región media de los pulmones y, específicamente, a las costillas. Practicada junto a la respiración abdominal, sirve para aumentar nuestra capacidad pulmonar.

La respiración costal debe practicarse sentados. Vaciaremos los pulmones contrayendo el abdomen hasta sentir una presión en la caja torácica. Acto seguido, tomamos aire sin dejar de contraer el abdomen. Notaremos como las costillas se separan. Repetiremos 30 inspiraciones y espiraciones hasta sentirnos más relajadas.

Clavicular

Se centra en la parte más alta de los pulmones, especialmente, en las clavículas. Dominaremos esta técnica solamente después de controlar la respiración abdominal y la respiración costal.

Para percibirla con claridad, podemos oprimir con las manos los músculos abdominales y las costillas. El aire que podemos inspirar de este modo es más bien escaso. Por este motivo, la respiración clavicular es la menos idónea de las tres ya que la capacidad pulmonar es menor. A veces, tener este tipo de respiración es sinónimo de ansiedad o estrés.

Déjate llevar por la música

Podemos acompañar nuestros ejercicios de respiración con algo de música clásica o, incluso, de sonidos de la Naturaleza. La música facilita la relajación y el sueño. Elige melodías suaves, acompasadas y bonitas que te tranquilicen.

Hierbas relajantes

Si padeces insomnio y nerviosismo, una infusión relajante puede ayudarte a dormir bien. Las más efectivas son las elaboradas a base de tila, valeriana, hierba luisa, poleo-menta, lavanda o amapola. Algunas de ellas tienen también propiedades diuréticas y mejoran la digestión.

Practica yoga

Este saber milenario, nos ayuda a mantener el equilibrio del cuerpo y de la mente enseñándonos a utilizar nuestra energía vital.

Cuando estamos tensas, el cuerpo gasta energía inútilmente en preparar nuestros músculos para una reacción que no llega a producirse. Por el contrario, cuando nos relajamos, disminuye la ansiedad y la presión arterial, estabilizando las funciones del sistema respiratorio y circulatorio. Mejora también la calidad del sueño y el nivel de concentración.

Una de las posturas más utilizadas en yoga para relajarse es Savasana (postura del cadáver). Debes tumbarte en el suelo con las piernas separadas unos 40 cm entre sí y los brazos a ambos lados del cuerpo, separados, con las palmas de las manos hacia arriba y los dedos ligeramente flexionados. Respira lenta y profundamente (respiración abdominal). La atención psíquica debe concentrarse por mientras en las diferentes partes del cuerpo: pies, piernas, caderas, abdomen, pecho, manos, brazos, cuello y, por último, cabeza para llegar a la relajación por autosugestión.

Otras técnicas yogis de relajación no difieren del método del Dr. Johann Schultz, también llamado entrenamiento autógeno, que actualmente es el método de relajación más usado en Europa y es el que ha dado lugar a la mayor cantidad de trabajos fisiológicos y psicológicos. Esta relajación consiste en mantener un diálogo con el cuerpo.

Disfruta de un masaje

Si estás acompañada por tu pareja, madre o una amiga, tal vez puedan brindarte un recorfontante masaje. Existen diferentes tipos de masajes. El más conveniente en este caso es el masaje relajante, que alivia la tensión muscular para inducirnos a un estado de bienestar. Otro tipo de masajes procedentes del Oriente que sirven para lograr la armonía entre cuerpo y mente son el Reiki y el Shiatsu. En especial, este último actúa ejerciendo presión sobre determinados puntos del cuerpo que canalizan la energía liberando de tensión al sistema nervioso. Eso sí, deben practicarse por profesionales en la materia para ser efectivos.

Visita un spa

En estos centros de belleza te sentirás relajada y disfrutarás de algunos de estos tratamientos que te sumergen en un mundo de belleza y bienestar: masajes descontracturantes, reflexología podal, aromaterapia, musicoterapia, masaje con piedras volcánicas, masaje tailandés con pindas… Sin mencionar las maravillosas terapias en el agua, como los baños turcos o la hidroterapia, que ofrecen muchos de estos recintos.