La retención de líquidos es un problema que afecta a muchas mujeres pero se agrava especialmente en verano con la llegada del calor. ¿Reconoces alguno de estos síntomas?


  • Piernas pesadas y sensación de cansancio en las extremidades inferiores.
  • Tobillos hinchados: aparecen las marcas de los calcetines.
  • Distensión abdominal: el vientre se hincha a lo largo del día aunque no hagamos comidas demasiado abundantes ni se deba a un síntoma premenstrual.
  • Manos congestionadas: puede existir sensación de hormigueo o hincharse los dedos hasta el punto de que cuesta quitarse los anillos.
  • Senos hipersensibles que pueden aumentar considerablemente de tamaño, sobre todo, a partir de la ovulación.

¿Cómo debemos actuar ante la retención de líquidos?

La retención de líquidos suele deberse al exceso de permeabilidad de los capilares. Parte de los fluidos se fugan a través de la porosidad de los capilares y se acumulan en los tejidos. Estos síntomas que generan agotamiento y malestar pueden estar asociados al exceso de calor que provoca la vasodilatación. Otras causas frecuentes son el tabaco o las dietas pobres que van debilitando las paredes de nuestros vasos sanguíneos. Con todo, conviene preguntarse a una misma ¿desde hace cuánto tiempo padecemos este problema? ¿se trata de algo puntual debido al calor o es persistente? ¿qué partes del cuerpo suelen ser las más afectadas? ¿existen otros síntomas asociados? Si hace demasiado tiempo que retienes líquidos y notas mucho cansancio, hormigueos o malestar, conviene que lo consultes con tu médico de cabecera ya que, aunque no es habitual, deberían descartarse enfermedades renales o al corazón como posibles causas.

Para combatir la retención de líquidos es de vital importancia cambiar nuestros hábitos de vida por otros más saludables:

  • Dieta sana: debe aportar los nutrientes necesarios para el mantenimiento de la salud capilar. Vitaminas A, E y C presentes en las frutas y verduras, y bioflavonoides que podemos encontrar principalmente en los vegetales de color rojizo como la zanahoria, la sandía, los arándanos o las cerezas. Es imprescindible también consumir una cantidad suficiente de minerales como el azufre (cebolla, puerro, ajo) para la estabilización proteica del tejido conjuntivo, y de oligoelementos (calcio, magnesio, zinc, potasio) necesarios para controlar el balance hídrico de los tejidos corporales. Además nuestro cuerpo necesita de una proporción adecuada de grasas buenas como el Omega-3 (pescado azul, aceite de oliva, frutos secos) ya que favorececen los intercambios nutritivos celulares y el equilibrio de la permeabilidad tisular.
  • Bebe agua: es indispensable para eliminar toxinas y ayudar en las funciones renales. Al deshidratarse, nuestro organismo tiende a acumular más líquido de forma preventiva para no dejar a los tejidos sin su necesario aporte hídrico. Además si no bebemos suficiente agua podemos sentirnos cansadas o con sueño. La cantidad recomendada es de unos 2 litos por día.
  • Ejercicio físico: oxigena nuestro cuerpo y moviliza los líquidos orgánicos evitando su retención. El tipo de ejercicio más indicado para reactivar la circulación sanguínea es el ejercicio cardiovascular, actividad de resistencia suave o moderada a buen ritmo durante al menos 20 minutos y no más de una hora: correr, pedalear, nadar, patinar…
  • Cuidado con la sal: el exceso de sodio produce acumulación de agua a nivel tisular. Reduce el nivel de sal en tus comidas y opta por alternativas más sanas (por ejemplo la sal de apio) para darle sabor a tus platos.
  • Deja de fumar: el tabaco ahoga nuestros glóbulos rojos impidiendo que nuestro cuerpo se oxigene correctamente. Además, el hábito de fumar termina por debilitar y envejecer la pared de los vasos capilares que se vuelve demasiado frágil e incapaz de retener los fluidos que se acumulan en otras áreas de los tejidos.
  • Modera el consumo de cafeína: puede alterar el balance hídrico y hormonal, sobrecargando en exceso las funciones del hígado y de los riñones.

Recuerda que, aunque te sientas fatigada o un poco preocupada por el tema, la retención de líquidos no desaparece de la noche a la mañana. Tienes que darle algún tiempo a tu organismo para desintoxicarse, dejando a un lado las frituras y la comida basura. No es bueno que te automediques ni que tomes diuréticos sin que te los haya recetado tu médico de cabecera; sin embargo, puedes recurrir si lo deseas a las tisanas depurativas de ulmaria o de cola de caballo.