Pollo al limón, atún marinado a la naranja, carpaccio de calabacín con naranja… son platos que tienen algo en común: están riquísimos y todos ellos llevan cítricos cocinados.



Los cítricos son geniales para la salud. Nos proporcionan una buena dosis de las vitaminas necesarias para fortalecer nuestras defensas y prevenir los resfriados en invierno. Pero ¿qué sucede con estas vitaminas si sometemos los cítricos a cocción?

El valor nutricional de los cítricos

Desde el punto de vista nutricional, los cítricos son una buena fuente de vitaminas (vitamina C, vitamina A, ácido fólico), minerales (potasio, calcio, magnesio), antioxidantes como los flavonoides y los carotenos o fibra que combate el estreñimiento. La OMS recomienda el consumo diario de estas frutas.

Pero ¿se conservan todos estos nutrientes después de una cocción? Al parecer no, según han comprobado científicos de Tailandia, la vitamina C se reduce mucho durante la ebullición del agua y además se solubilizan los minerales como el potasio o el magnesio. En las frituras y asados se conservaría mejor tanto la vitamina C como las vitaminas del complejo B, pero se agregan grasas y por tanto calorías a los platos por lo que ya no serían tan saludables.

Claramente, la cocción modifica el perfil nutricional de los cítricos aunque las vitaminas no se destruyen por completo. Si te gusta añadir limón, naranja o cualquier otro cítrico a tus platos, conseguirás un sabor excelente en tus recetas pero sin los beneficios saludables que tendrías al comer la fruta fresca o su zumo.