La chía o Salvia Hispánica es una planta originaria de Centro América que se cultiva para aprovechar sus semillas, dotadas de un alto valor nutricional.


Las civilizaciones Azteca y Maya conocieron y utilizaron las semillas de chía para aumentar sus niveles de energía sin tener que consumir grandes cantidades de alimento. De hecho, la palabra «chía» es azteca, viene de «chían» que significa «aceitoso». No en vano la chía posee entre tres y diez veces más concentración de aceite que otro tipo de granos. Es una de las especies vegetales con mayor aporte en ácidos grasos Omega-3 que se conoce hasta la fecha. Spiridon Kintzios, profesor asistente de células y tejidos de la Universidad Agrícola de Atenas, Grecia, dijo que la chía está compuesta principalmente por ácido linolénico cuyos efectos cardiosaludables quedan demostrados en la reducción de los niveles elevados de colesterol en sangre.

Valor nutricional de las semillas de chía.

Las semillas de chía contienen muchos nutrientes, de hecho están consideradas como un superalimento. Por este motivo pueden ser un buen complemento en tu dieta ya que te aportan energía y reducen la sensación de hambre entre horas.

Dos cucharadas de chía contienen:

  • 4 gramos de proteína nutricionalmente completa: la chía nos aporta casi el doble de contenido proteico que otros granos. Además, es un tipo de proteína fácilmente asimilable por el intestino, lo que hace que te sientas satisfecha por más tiempo.
  • 7 gramos de fibra dietética tanto soluble como insoluble. La fibra es esencial para el buen funcionamiento del sistema digestivo y para favorecer la evacuación de los desechos del cuerpo.
  • 5 gramos de Omega-3: junto con el lino es una de las especies vegetales con mayor concentración de este ácido graso.
  • Vitaminas A, C y del grupo B.
  • Mucílagos
  • Polifenoles con acción antioxidante (se dice que tiene tres veces más poder antioxidante que los arándanos).
  • Minerales como hierro, cobre, zinc, calcio y magnesio.

Un tesoro para la salud.

En los últimos años vivimos un renovado interés por las semillas de chía. No es difícil encontrarlas en cualquier supermercado o tienda de dietética. Numerosos estudios (por ejemplo, los realizados por la Universidad Autónoma de Yucatán en México o por la Universidad de Ankara en Turquía) avalan sus saludables virtudes.

Sin embargo, como ya adelantamos, las propiedades medicinales de la chía eran ya conocidas por los aztecas mucho antes de la llegada de los colonizadores al continente americano. Se solían entregar a los guerreros bolsas con semillas de chía como recompensa por sus logros en el campo de batalla. También se consagraban como ofrenda a la diosa de la fertilidad Chicomecoatl, según cuenta el monje franciscano Bernadino Sahagún en su obra Historia general de las cosas en la Nueva España.

Las propiedades medicinales de la chía se concentran en sus diminutas semillas de apenas 2 mm. , pero con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, digestivas, hipotensivas, laxantes y remineralizantes.

Beneficios:

  • Incrementa los niveles de energía mejorando así la resistencia de los deportistas.
  • Tiene un efecto saciante. Por su gran concentración en fibra soluble las semillas absorben una gran cantidad de agua reduciendo la sensación de hambre.
  • Gracias a su alto contenido en calcio, la chía fortalece los huesos y previene la aparición de osteoporosis.
  • Es rica en proteínas de origen vegetal (apta para veganos) y contribuye al desarrollo de la masa muscular de los atletas que entrenan en el gimnasio.
  • Es un alimento cardiosaludable, pues gracias a su alto contenido en Omega-3 disminuye las lipoproteínas LDL (colesterol malo) y aumenta las HDL (colesterol bueno).
  • Tiene un ligero efecto hipoglucemiante, retrasando el proceso de transformación de los hidratos de carbono en azúcares simples. Es buena para las personas con diabetes.
  • Mantiene el organismo hidratado pues es capaz de absorber hasta cinco veces su peso en agua. Además, es rica en potasio y otros minerales que contribuyen a mantener la piel hidratada y al equilibrio de los electrolitos.
  • Ayuda a controlar la tensión arterial elevada gracias a sus propiedades hipotensoras.
  • Favorece el tránsito intestinal y ayuda a combatir el estreñimiento ya sea puntual o crónico. Por su capacidad de absorber el agua aumenta el bolo fecal facilitando la evacuación si mayores problemas. Además, regula la flora intestinal haciendo que el cuerpo elimine las toxinas responsables de los desequilibrios metabólicos.
  • Por sus virtudes antiinflamatorias, es adecuada para aliviar la pesadez estomacal y el malestar digestivo causado por la gastritis y los cólicos. Se recomienda como coadyuvante en el tratamiento de la diverticulosis.
  • Estimula el sistema inmunitario gracias a su alto contenido en antioxidantes como la vitamina C, reforzando las defensas frente a la gripe y los resfriados.
  • No contiene gluten por lo que es apta para celíacos.

¿Cómo tomar las semillas de chía?

Las semillas de chía no necesitan molienda para ser consumidas. Puedes añadirlas al zumo, a los yogures o a la leche del desayuno. También se utilizan como aderezo para ensaladas o para elaborar recetas de repostería: bizcochos, galletas, sorbetes, etc.

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Es especialmente popular el gel de chía para bajar de peso. Se obtiene remojando 1/3 de taza de semillas de chía + 2 tazas de agua previamente hervida. Las semillas absorberán el líquido liberando los mucílagos. Remueve un poco la mezcla y refrigéralo antes de tomar. No excedas las dos cucharadas diarias.

Para conservar la chía en perfectas condiciones, introdúcela en un envase seco y hermético y guárdala en tu despensa. Durará hasta tres años.