El paso del tiempo tiene sus efectos sobre la piel, lo que sumado a las agresiones externas y cuidados inadecuados del cutis, se traduce en arrugas, líneas de expresión y pérdida de tonicidad.

Tratamientos con sustancias tensoras

Los tratamientos con sustancias tensoras atenúan la contracción muscular y evitan así que se produzca la flaccidez y arrugas, pero también es importante que se complemente su uso con productos que corrijan otros defectos que presenta la piel madura (falta de luz, aspereza, alteraciones en el color, deshidratación, etc.) Estos productos contienen vitaminas, coenzima Q10, minerales y DHEA (dehidroepiandrosterona).
Las arrugas y flaccidez de la piel se forman por una merma en la producción de fosfatidilcolina, colina y acetilcolina, lo que se contrarresta con la aplicación de cosméticos tensores con DMAE (dimetilaminoetanol), el cual una vez aplicado en la dermis se desdobla en estas sustancias que escasean.


Existen dos tipos de sustancias tensoras, las que actúan a un nivel más superficial y las que penetran más profundamente en la piel, las cuales ya son de uso dermatológico y las aplica un médico especialista.
Entre las sustancias tensoras de acción superficial, encontramos phaniligne y flash tense plus.

Phaniligne

Tiene dos efectos:
  1. Forma una capa protectora adherida a la queratina de la piel maximizando la retención de humedad y generando un efecto tensor continuado.
  2. Regenera el tejido y disminuye las arrugas.

Flash tense plus

Es capaz de formar una película tensora bastante fuerte sobre la epidermis (la capa superficial de la piel).
Con el uso continuado de estos cosméticos, acompañados obviamente de una diaria limpieza de cutis y cuidados adecuados para cada biotipo cutáneo, es posible modificar el aspecto envejecido de la piel, disminuir las arrugas y reducir notablemente la flaccidez.