La edad, los cambios de peso o la maternidad pueden hacer que la piel y los ligamentos que dan soporte a los senos pierdan elasticidad, provocando su caída. Además, un pecho excesivamente grande suele ocasionar dolores recurrentes en cuello o espalda y limitar muchas actividades de la vida cotidiana como practicar deporte o simplemente encontrar ropa que siente bien.
Si quieres evitar estas molestias y lucir un más pecho bonito y proporcionado a tu figura, la reducción de pecho o mamoplastia de reducción es la solución. Esta intervención de cirugía estética permite corregir el tamaño y posición de los senos, mejorando tanto la apariencia como el bienestar.
¿Cuál es el método más utilizado para la reducción de pecho?
Hace años, muchos cirujanos utilizaban el injerto libre de pezón para reducir el tamaño del pecho. Esta técnica consistía en desprender completamente la areola del tejido mamario y luego recolocarla en su nueva posición. Actualmente es una técnica en desuso, ya que se puede perder sensibilidad al separar los nervios y los vasos sanguíneos que proporcionan irrigación.
Por esta razón, la mayoría de los cirujanos recurren a la técnica del pedículo que preserva la sensibilidad del complejo areola-pezón, manteniendo indemne la vascularización. Se pueden utilizar diferentes vías de abordaje:
- Pedículo inferior: La irrigación sanguínea llega desde la parte inferior de la mama. Es la técnica de preferencia para hipertrofias severas.
- Pedículo superior: La irrigación llega desde la parte superior de la mama. Se utiliza en hipertrofias leves a moderadas.
- Bipediculada: La irrigación viene de ambos polos. Es adecuada para hipertrofias leves a moderadas.
Vías de abordaje según el grado de hipertrofia mamaria
El cirujano estético elegirá la técnica quirúrgica más adecuada teniendo en cuenta la calidad de la piel de la paciente y el grado de hipertrofia mamaria. Esta puede ser leve, moderada o severa. En la medida de lo posible, se tratará de conservar la simetría del pecho y minimizar las cicatrices.
Liposucción de pecho
Es un procedimiento poco invasivo y con cicatrices prácticamente imperceptibles. Sin embargo, para ser candidata a una liposucción de pecho es necesario tener buena calidad de piel y poca o ninguna flacidez a corregir. Si tus senos están caídos o son asimétricos, es necesario optar por otra técnica quirúrgica.
Método vertical o técnica de la piruleta
Requiere dos incisiones: una periareolar y otra vertical desde la base del pezón. Esta técnica permite al cirujano reacomodar los tejidos y eliminar el exceso de piel grasa, consiguiendo así un pecho más elevado y firme.
Es ideal para mujeres que presentan un grado de hipertrofia moderado y, a pesar de que deja algunas cicatrices, se pueden esconder debajo del sostén o de la parte superior del bikini.
Técnica del ancla o de la T invertida
El cirujano realiza tres incisiones: una periareolar, otra vertical y otra horizontal en el surco inframamario.
Este procedimiento elimina la laxitud de la piel y el exceso de glándula en mujeres con hipertrofia severa o moderada. Normalmente el cirujano es capaz de reconstruir la forma del seno incluso si existe mucha flacidez o asimetrías considerables.
Las cicatrices de la técnica del ancla son más visibles que las de la reducción vertical, pero con los cuidados adecuados se pueden atenuar al cabo de un año.
¿Cómo es la recuperación de una cirugía de reducción de pecho?
La recuperación de una reducción de pecho suele ser bastante llevadera si sigues las indicaciones de tu cirujano.
Durante las primeras semanas es normal sentir algo de dolor e inflamación, pero estos síntomas se pueden controlar con analgésicos y AINEs.
Las primeras 24 horas debemos guardar reposo absoluto y llevar un vendaje especial que luego se cambiará por un sujetador postoperatorio sin aros ni costuras.
La mayoría de las pacientes pueden retomar sus actividades diarias a los diez días, siempre evitando esfuerzos físicos y movimientos bruscos con los brazos. Para volver a hacer ejercicio o actividades intensas, lo ideal es esperar hasta los dos meses.
Además, el cuidado de las cicatrices es clave para obtener un buen resultado estético. Mantener la zona limpia, aplicar cremas cicatrizantes recomendadas por el especialista y evitar la exposición al sol durante los primeros meses, ayudará a que la piel sane mejor y las marcas sean menos visibles con el tiempo.
¿Son permanentes los resultados de una cirugía de reducción de pecho?
Los resultados de una reducción de pecho son duraderos, pero pueden no ser permanentes ya que con el paso de los años la piel pierde elasticidad y el tejido mamario puede volver a descolgarse alterando los resultados iniciales de la cirugía. Las fluctuaciones de peso, el embarazo o la lactancia materna podrían acelerar este proceso.