A la hora de comprar un perfume debemos tener en cuenta otros aspectos a parte de nuestro gusto personal. Su aroma, o más concretamente su forma de percibirlo, varía en función de las condiciones ambientales y de la época del año.


Mientras que en verano optamos por el eau de toilette y las fragancias más cítricas, en invierno es preferible elegir esencias mucho más perdurables e intensas.

Busca una composición más profunda y persistente con notas variadas e intensas como las de abeto, caramelo, pachuli. Estas fragancias que en verano son demasiado fuertes por la concentración que producen en un ambiente caluroso y saturado, son ideales para llevar en invierno cuando hace más frío ya que no saturan el olfato de nadie volviéndose delicadas y seductoras.

Recuerda que, como te contamos en nuestro artículo «10 tips para aplicarse el perfume y prolongar sus efectos», uno de los truquitos más eficaces para conseguir que el perfume conserve su intensidad horas después de aplicarlo es tener la piel perfectamente hidratada. Aplícate una hidratante corporal sin fragancia unos minutos antes o bien un poquito de vaselina y notarás la diferencia.