Hoy voy a hablaros de un tema que me ha parecido bastante interesante: las lentillas de color.
Es un producto que cuenta cada vez con más demanda, lo que explica que a día de hoy exista mucha variedad y la elección sea complicada. A cada persona le quedará mejor uno u otro modelo dependiendo del color natural del iris y del tono de la piel.
Funcionalmente, las lentillas de color son como lentillas transparentes normales a las que se le añade color. Las hay disponibles tanto para personas que no tienen graduación como para aquellas que sufren miopía o hipermetropía.
Por lo tanto, si vas a comprar unas lentillas de color, los pasos a seguir son:
- Graduar la vista en el caso de tener algún defecto visual.
- Tomar las medidas de la córnea mediante una “queratometría” (medida de los radios de la córnea).
- Observar el estado inicial del ojo con una lámpara de hendidura (aparato que utilizan los ópticos).
- Probar las lentillas del color deseado.
Si nunca has usado lentillas, deberás hacer una prueba que consiste en llevarlas dos o tres horas y hacer una revisión posterior para analizar los cambios que la lentilla cause en el ojo. Casi todos los modelos actuales son de hidrogel y por lo general no producen irritaciones, pero es mejor que hagas esta prueba para salir de dudas.
Tipos de lentillas de colores
Lo primero que debes saber después de tu graduación y la salud general de tus ojos, es que no todas las lentillas de colores son iguales. Posiblemente diferencies claramente las lentillas de fantasía (aptas para fiestas, carnavales) de aquellas que se emplean con cierta asiduidad. Pero más importante es todavía distinguir entre los diferentes tipos de tinte que pueden presentar las lentillas, ya que de esto depende el resultado final de nuestro look:
- Tintes opacos: en este tipo de lentillas el color oculta totalmente el iris natural de la persona, por lo que dependiendo de nuestro color natural el cambio puede ser más o menos drástico.
- Tintes de realce: esta clase de lentillas también se llaman «intensificadoras». Son un poco traslúcidas y dejan ver parte de nuestro color de iris natural por lo que el cambio no suele ser tan radical.
- Lentillas de fantasía: son muy impactantes y llamativas. En colores morado, rojo, amarillo o blanco… que no se dan nunca en el iris natural de una persona. También pueden tener diseños extraños (ojos de gato, vampiro, etc.). Normalmente la gente las utiliza para completar un disfraz de Halloween, carnavales, etc.
- Tintes con filtrado de luz: sólo se comercializan en algunos países. Filtran la luz protegiendo la visión por lo que están recomendadas para corredores, atletas o gente que practica deporte al aire libre de forma habitual.
¿Qué color elegir?
Si quieres intensificar un poco tu mirada pero sin cambios radicales, lo mejor es tomar en cuenta el color natural del iris, el tono de la piel y del cabello. En cambio si lo que buscas en un aspecto totalmente diferente, elige colores totalmente opuestos a tu color inicial de iris.
Algunas recomendaciones teniendo en cuenta el tono de la piel y del cabello:
- Cabello negro y piel clara: si buscas un look natural, decántate por los tonos miel. Si eres un poco más atrevida, el azul zafiro o la gama de los grises se verá fenomenal en ti.
- Cabello castaño y piel oscura: en este caso los azules no son para ti. En su lugar te quedarán genial toda la gama de los verdes.
- Cabello castaño y piel media: dale magia a tu mirada con los tonos turquesa o los marrones naturales. Algunos verdes también pueden sentarte muy bien.
¿Te han gustado estos consejos? Recuerda que lo más importante en todo caso es adquirir tus lentillas en un óptico, donde te enseñarán a utilizarlas y estarás segura de que se trata de un producto oftanmológicamente testado y con todas las garantías sanitarias.
