Son muchas las mujeres que desean aumentar algunas tallas de sujetador. Hoy en día, es relativamente fácil conseguirlo gracias a una mamoplastia de aumento.

Una operación de aumento de senos es una intervención quirúrgica muy habitual en la actualidad. Permite agrandar el volumen del pecho, armonizar su forma y corregir su posición en función al tamaño. Esto se consigue mediante la introducción del implante de bajo la piel.

Ofrece por lo general muy buenos resultados, el tiempo de post-operatorio no es muy largo y las cicatrices son prácticamente imperceptibles. Por ello, cada vez son más las mujeres que quieren saber más sobre la operación de pecho. Te contamos aquí algunas cuestiones básicas.

¿Quién puede someterse a esta operación?

En general, cualquier mujer que lo desee podría someterse a una operación de pecho. Sin embargo, es prácticamente esencial que su desarrollo físico haya finalizado, ya que nuestro cuerpo, incluido el tamaño y la posición de las mamas, sigue en transformación durante toda la pubertad e incluso parte de la juventud.

Además de factores físicos, debemos considerar también la parte psicológica. Esta operación es una responsabilidad para la persona que se somete a la intervención, debe ser consciente de las consecuencias y tener claro a lo que se expone. Como cualquier intervención quirúrgica, no es algo que deba tomarse a la ligera.

Tipos de prótesis

Los siguientes son los tipos de implantes más habituales en España y en la Unión Europea.

Según la forma:

  • Prótesis redonda: presentan una forma más redonda.
  • Prótesis anatómica: tienen una forma más ovalada y parecida a la apariencia natural del pecho.

 Según su contenido:

  • Prótesis de suero salino: rellena de suero fisiológico.
  • Prótesis de gel: fabricada con gel de silicona.

 Según su superficie:

  • Prótesis de cobertura lisa: apariencia externa lisa.
  • Prótesis de cobertura rugosa: apariencia externa rugosa.

Preoperatorio

Antes de someterse a una operación de aumento de pecho, cualquier cirujano considerará imprescindible llevar a cabo una serie de exámenes médicos previos gracias a los que nos aseguremos de que los senos no presentan ningún problema médico que pudiera comprometer la operación. El preoperatorio de una operación de pecho puede incluir las siguientes pruebas:

  • Analítica de sangre
  • Electrocardiograma
  • Radiografía de tórax
  • Evaluación psicológica

Estas pruebas serán pedidas por nuestro cirujano, y pueden variar según el criterio de nuestro doctor.

Post-operatorio

Por lo general, y si se siguen las recomendaciones del cirujano, el post-operatorio de este tipo de intervenciones es corto. Lo más importante es reponerse mediante unos días de reposo funcional, es decir, descansando y no realizando esfuerzos, como con cualquier otra cirugía. El cuerpo necesita adaptarse a la nueva situación, especialmente la zona del pecho. Para facilitar este proceso, los primeros días se utilizará una banda mamaria y después un sujetador especial .

Debemos evitar la exposición al sol de la zona operada y la actividad física durante los primeros días. El sol puede alterar la apariencia de la cicatriz e ir en detrimento de su curación.