No hay duda de que las redes sociales han cambiado por completo nuestra forma de percibir la belleza y el autocuidado. Plataformas como Instagram, TikTok y Snapchat han popularizado el uso de filtros que eliminan las imperfecciones y esculpen los rasgos faciales. Esta tendencia ha aumentado el interés por el tratamiento HIFU y otras soluciones para rejuvenecer la piel sin cirugía.
¿Qué es HIFU?
HIFU (High-Intensity Focused Ultrasound) es una tecnología que utiliza los ultrasonidos focalizado de alta frecuencia con fines médicos y estéticos. Se desarrolló en Estados Unidos en la década de los 50’ para la eliminación de tumores en tratamientos oncológicos. Las aplicaciones estéticas comenzaron en la década del 2.000 una vez descubiertas sus propiedades reafirmantes.
¿Cómo funciona?
HIFU focaliza la energía ultrasónica de forma selectiva sin dañar las capas de piel más superficiales.
El equipo cuenta con tres transductores diferenciados:
- El primero emite un haz de 10 Mhz y llega a 1,5 mm. de profundidad (nivel epidérmico).
- El segundo trabaja a 8 Mhz llegando a 3 mm. de profundidad (nivel de la dermis).
- Por último, el transductor más profundo genera un haz de 4 Mhz y es capaz de actuar a nivel del SMAS (Superficial Muscular Aponeurotic System).
El éxito del tratamiento consiste precisamente en su capacidad de actuar a diferentes niveles para estimular la actividad de los fibroplastos y reparar el colágeno dañado. HIFU produce una retracción de la piel capa por capa, creando un efecto lifting sin cirugía.
¿Cómo se realiza el tratamiento?
- Primero se limpia la piel y se aplica una crema anestésica para reducir las molestias.
- A continuación, se desliza el cabezal del dispositivo sobre las zonas a tratar.
- HIFU emitirá pulsos de ultrasonidos que calienta los tejidos por encima de los 55-60 °C, provocando un efecto tensor.
Las sesiones duran de 30 a 90 minutos dependiendo del área de aplicación.
Aplicaciones estéticas de HIFU
HIFU se puede utilizar en tratamientos estéticos faciales y corporales para reducir la flacidez y mejorar la apariencia de la celulitis.
Como tratamiento antiaging, es ideal para levantar las cejas caídas y rejuvenecer la mirada. También sirve para suavizar el surco nasogeniano y las arrugas del escote.
Si tu problema es la piel de naranja, HIFU es la solución ideal para eliminar las adiposidades profundas ya que puede alcanzar una temperatura de 65 a 70 °C (4,5 mm. de profundidad). La radiofrecuencia convencional sólo llega a los 45-50 °C y hasta los 3 mm. de profundidad.
¿Cuántas sesiones se necesitan?
El número de sesiones dependerá del estado de la piel del paciente. Los resultados definitivos se aprecian a partir de las 12 semanas, aunque es posible ver un cambio desde la primera sesión. Se recomienda un mantenimiento anual para preservar sus efectos.
Recuperación y efectos adversos
A diferencia de los procedimientos quirúrgicos HIFU no necesita cuidados post-operatorios ni tiempos de inactividad. Los pacientes pueden reincorporarse a sus actividades cotidianas inmediatamente después del procedimiento.
Además, es un tratamiento seguro y aprobado por la FDA. Eso sí, es necesario acudir a una clínica de belleza con profesionales capacitados en el uso de esta aparatología.
HIFU puede tener algunos efectos adversos que son transitorios y duran de 1-3 días. Los más comunes son: enrojecimiento de la piel (eritema), inflamación leve y sensación de hormigueo.
¿Quiénes no pueden usar HIFU?
HIFU se puede usar en cualquier fototipo sin riesgo de quemaduras. Con todo, este tratamiento está desaconsejado en determinadas situaciones:
- Durante el embarazo o lactancia
- Si la piel presenta heridas abiertas o cicatrices queloides
- En casos de herpes o brotes de acné
- En pacientes con marcapasos o implantes metálicos.
Si tienes alguna enfermedad crónica o condición de salud especial, no olvides comentársela a tu médico antes de iniciar el tratamiento.