Sin lugar a dudas, uno de los tratamientos de belleza más demandados por todos los spa del mundo es la aromaterapia.
Encaja en prácticamente todas las facetas y actividades que suelen ofertar los spa: relajación, bienestar, cuidado de la piel, etc. Sin embargo, antes que nada, es preciso matizar qué es y qué no es aromaterapia.
La aromaterapia es una terapia natural basada en el uso de aceites esenciales puros de origen vegetal cuya finalidad es conseguir el bienestar físico y emocional de quien los utiliza.
Los aceites esenciales (mal llamados esencias) son extractos vegetales muy potentes que se obtienen básicamente por destilación al vapor de agua. En la aromaterapia de calidad sólo se emplean aceites esenciales puros (puros quiere decir que no están manipulados, diluidos, adulterados, mezclados, etc.) y esto proporciona todas las garantías de éxito en un buen tratamiento.
Aromaterapia no es la aplicación de cualquier sustancia aromática con finalidades terapéuticas, estéticas o cosméticas. Si no empleamos aceites esenciales puros de origen vegetal, no estamos haciendo aromaterapia.
Por desgracia, en muchos centros de belleza y spa existe una confusión al respecto. Algunos profesionales emplean productos supuestamente de aromaterapia pero que en realidad no lo son. Se trata de aromas y esencias artificiales son infinitamente más económicas que los aceites esenciales naturales.
Por este motivo, es importante tomar en cuenta otros aspectos a la hora de elegir nuestro spa, no sólo los precios y ofertas atractivas.
Tipos de spa y aromaterapia aplicada
Si nuestro spa trabaja con aguas termales y minerales, pueden aprovecharse muy bien las propiedades de los aceites esenciales gracias a las soluciones hidrosolubles. Esto permite que sustancias que normalmente flotan en el agua, como son los aceites esenciales puros, se disuelvan completamente y conviertan en minúsculas gotitas que amplifican la actividad al ponerse en contacto con la máxima superficie posible de piel. Estas soluciones normalmente las prepara el laboratorio con tensoactivos solubilizantes, que permiten que se mezcle el agua y el aceite esencial de forma uniforme.
En los tratamientos de masaje y aromaterapia, podemos aprovecharnos de multitud de virtudes: terapéuticas y relajantes.
El masaje terapéutico es el que realiza un fisioterapeuta y puede complementarse con las propiedades analgésicas, antiinflamatorias, circulatorias, relajantes, sedantes, tonificantes, estimulantes, inmunoestimulantes, etc. que tienen muchos aceites esenciales.
Los tratamientos de belleza son otro de los campos donde la aromaterapia profesional se desenvuelve muy eficazmente. Los aceites esenciales y vegetales tienen propiedades antioxidantes, calmantes, sebo-reguladoras, regeneradoras y antisépticas que rejuvenecen e hidratan tu piel, dejándola más luminosa y con una textura suave al tacto (leer más sobre aceites para el cuidado de la piel).
Si sufres de estrés, un plan fantástico para el fin de semana podría ser visitar algún spa urbano que ofrezca tratamientos de aromaterapia. Los aceites con propiedades relajantes más utilizados son el aceite esencial de bergamota, de lavanda, Azahar, mandarina o mejorana dulce…
En los spa de hoteles, donde la estancia suele ser más larga, es interesante seguir algún tratamiento estético o terapéutico en base a la aromaterapia. Existen muchos aceites esenciales que encajan en este tipo de aplicaciones.
En los spa de bienestar (Wellness), donde se trabajan hábitos alimentarios y rutinas de cuidado personal que ayuden a mejorar la salud del cliente en el futuro, pueden implementarse tratamientos que trabajen sobre las emociones (psicoaromaterapia).
Los spa terapéuticos pueden aprovecharse de los conocimientos de la medicina aromática francesa, ofreciendo unas terapias efectivas a la vez que agradables.
Y, por último, tenemos los spa holísticos que son los que mejor encajan con la filosofía de la aromaterapia ya que buscan el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu. Tienen muchas aplicaciones: masaje, inhalaciones, difusión ambiental, baños, etc.
Es muy importante valorar la formación de los terapeutas y profesionales que trabajan en el spa ya que deben conocer bien el uso y aplicación de los aceites esenciales con los que trabajan. Esto nos garantizará buenos resultados y cero riesgos.
