El melasma es una condición de la piel que se caracteriza por la presencia de manchas irregulares y de color marrón que se localizan en las áreas más expuestas al sol.

Es más común en personas con fototipos III y IV (pieles mediterraneas y mestizas).

La causa principal del melasma son las exposiciones prolongadas al sol sin protección, aunque también pueden influir los cambios hormonales que se producen durante el embarazo y algunos medicamentos con efectos fotosensibilizantes.

Existen varios productos cosméticos despigmentantes para el tratamiento del melasma, pero es necesario utilizarlos con precaución siguiendo las indicaciones de un dermatólogo. Entre ellos están los esteroides (acetónido de fluocinolona), la hidroquinona que inhibe la síntesis de melanina y los retinoides como la tretinoína que aceleran los procesos de renovación celular.

Por último, no podemos dejar de mencionar la importancia de una adecuada protección solar en el tratamiento contra el melasma. Es muy importante proteger la piel con una crema solar de factor alto desde la mañana hasta la tarde y renovarla cada tres horas.