El cuello es una de las zonas de nuestro cuerpo más propensas a sufrir la flacidez y a descolgarse con el paso de los años. El movimiento contínuo de la cabeza y la condición ya de por sí delicada de la piel, pueden acelerar la aparición de arrugas si no somos precavidas.


Trata de evitar a toda costa las subidas y bajadas bruscas de peso y dispénsale los mismos cuidados de protección solar que utilizas en tu rostro.

Por las noches, extiende sobre la zona una crema antiarrugas para nutrir la piel en profundidad.

Dos veces a la semana nos aplicaremos también una mascarilla casera específica para luchar contra la flacidez. Hoy os enseñaremos a preparar tres recetas muy sencillas y económicas pero que te ayudarán a mantener la piel tonificada y libre de arrugas.

¡Empieza a cuidarte desde ahora! Una vida sana y un poco de apoyo de estos tratamientos de belleza natural, te ayudarán a conservar la juventud y belleza de tu cuello.

Mascarilla antioxidante de manzana y melón

Este emplasto es ideal para usar después de exfoliar previamente la zona. Debes rallar la manzana y agregarle el zumo de un cuarto de melón. Mezcla ambos ingredientes y aplica la pasta resultante sobre el cuello dejando que actúe unos 20 minutos. Transcurrido este tiempo, limpia bien el área a tratar con la ayuda de una esponjita suave y un poco de agua tibia. La manzana y el melón son dos frutas con propiedades antioxidantes que ayudan a mejorar la microcirculación celular y aportan vitaminas de origen vegetal a nuestra epidermis.

Loción de frambuesas y pepino

Lava seis o siete frambuesas, córtalas en trozos y añade medio pepino limpio y cortado en trocitos. Pasa esta mezcla por la trituradora hasta obtener una pasta fina. Agrega una cucharadita de vinagre de manzana y remueve para que se integre bien. Después, sobre el cuello perfectamente limpio, toma un pincel plano y extiende esta pasta desde el nacimiento del cuello hasta la barbilla. Espera 20 minutos hasta que se seque y enjuaga con abundante agua fría.

Emplasto de almendras y aceite de oliva

Ambos ingredientes son ricos en vitamina E y ayudan a combatir los signos del envejecimiento. Mezcla dos cucharadas de almendra en polvo y tres cucharadas de aceite de oliva virgen. Remueve bien hasta obtener una pasta consistente y aplícatela sobre el cuello. Luego envuelve toda la zona con gasas limpias o un paño de algodón húmedo y deja que actúe 20 minutos. Al finalizar, aclara con abundante agua fría y notarás al instante cómo la piel del cuello se vuelve más densa y tonificada.

Después de aprovecharte de las virtudes de cualquiera de estas tres mascarillas naturales, sería recomendable usar tu hidratante habitual.

Te animamos a que eches un vistazo a este otro artículo del mes de julio donde te enseñamos a elaborar un tratamiento de belleza antiarrugas especial para la zona del cuello a base de elastina e hidrolizado de colágeno.