Si quieres lucir una manicura perfecta, como recién salida de un salón de belleza, pero hecha por ti misma en tu propia casa y ahorrándote un dinerillo, sigue paso a paso estas instrucciones y tus manos se verán impecables:
- Coloca un recipiente con un poco de agua tibia y unas gotitas de champú. Sumerge tus uñas en él y espera unos minutos hasta que las cutículas se reblandezcan.
- Seca tus manos y con ayuda de una lima de papel, empuja las cutículas hacia atrás.
- A continuación, lima tus uñas para darles la forma deseada. Deberás hacerlo partiendo desde los laterales hacia el centro de la uña y siempre en la misma dirección para no astillar los bordes. Asegúrate de que no queden asperezas ni salientes, ya que podrían engancharse en tu ropa y la uña terminaría partiéndose.
- Lava de nuevo tus manos con agua y jabón, enjuágalas y sécalas bien. De este modo, evitaremos que la grasitud y el polvillo que se deposita en las uñas después de limarlas, impida que el esmalte se deslice correctamente.
- Extiende ahora una fina capa de esmalte incoloro. Deja que se seque bien y solamente entonces, aplica tu laca de uñas favorita (si quieres un resultado más intenso, puedes ponerte dos capas pero siempre dejando que seque la anterior antes de aplicar la siguiente). El sentido de usar un esmalte transparente antes de pintar tus uñas, es sellar la superficie porosa de la uña para que al aplicar el color, no queden grumos y el resultado final sea uniforme. Otra forma de conseguir este mismo efecto es usar una lima pulidora para dejar tus uñas lisas e incorporar el brillo sin color tras la última capa.
Para más información sobre este tema, os recomendamos leer este artículo que publicamos el año pasado.
Si deseas que tu manicura dure mucho más tiempo, también puedes recurrir al esmalte de uñas permanente.
