¿Te gustaría tener una piscina en tu hogar pero tu piel es especialmente sensible y no toleras bien el cloro? En nuestro artículo de hoy te hablaremos de un nuevo sistema para desinfectar piscinas que se está utilizando cada vez más tanto en piscinas privadas como públicas: salinizar el agua.


¿Qué diferencia existe con respecto a las piscinas convencionales?

Las piscinas de agua salada emplean cloradores salinos, es decir, aprovechan la propia sal para generar el cloro.

Se trata de dispositivos que se integran en el propio sistema de filtrado de la piscina y emplean el agua salada para generar cloro gaseoso mediante electrólisis, disolviéndose inmediatamente después en el agua y desinfectándola.

Los cloradores salinos no perjudican el medioambiente ya que la sustancia que generan, el hipoclorito, vuelve a convertirse en sal al descomponerse.

Otra gran ventaja que tienen este tipo de piscinas es que su mantenimiento es más económico ya que al conservar unos niveles estables, el consumo de productos químicos se reduce.

Además, como dijimos anteriormente, el agua salada no reseca la piel ni el cabello (la cantidad de sal es una décima parte de la contenida en el agua del mar).

Tal vez el único inconveniente que tengan este tipo de piscinas sea que este sistema tiene un coste de instalación, pero no lo será tanto si lo vemos como una inversión a largo plazo: conseguiremos un agua de más calidad y reduciremos el gasto de productos químicos.