Si sufres de acné desde hace años, probablemente ya has probado todo tipo de cosméticos pero ¿has oído hablar alguna vez de la eficacia del zinc para luchar contra esta afección de la piel?

No existen soluciones milagrosas pero el uso del zinc tanto en cosmética como en fármacos, ha crecido considerablemente en los últimos años por ser un método no invasivo que suele ofrecer buenos resultados en los casos de acné.

En primer lugar debemos entender el papel que juegan las hormonas en todo el proceso. Los niveles altos de testosterona, aceleran la función de las glándulas sebáceas que segregan una mayor cantidad de aceite. El zinc mantiene la producción de estas hormonas en equilibrio. Una carencia de esta sustancia puede conducir a una mayor producción de sebo.

Cuando esto sucede, la materia grasa obstruye los poros que se encuentran en la capa más superficial de la epidermis. Las bacterias, que ya están presentes en la piel, proliferan sobre la fina capa de sebo, introduciéndose en los poros y causando infecciones que dan lugar a los brotes de acné.

El zinc reestablece el equilibrio hormonal, siendo así una ayuda eficaz para mantener a raya el acné. Recuerda, con todo, que antes de probar este tipo de tratamientos es aconsejable que recurras a un dermatólogo que estudie tu caso en particular y valore los pros y los contras de esta solución.