La alopecia es un problema estético que afecta principalmente a los hombres, aunque algunas mujeres también la sufren. La pérdida de cabello puede tener diferentes causas: genéticas, hormonales, estrés y otros problemas de salud. Cuando otros tratamientos fracasan, el trasplante capilar se presenta como una opción efectiva para repoblar las zonas con calvicie y lucir una apariencia más joven.
¿Qué es el trasplante capilar?
El trasplante capilar es un tratamiento estético para solucionar la falta de pelo, ya sea uniforme o en una zona específica del cuero cabelludo.
Puede realizarse utilizando dos técnicas diferentes:
- Técnica de extracción de unidades foliculares (FUE): los folículos capilares se extraen uno a uno (generalmente de la parte posterior y los laterales de la cabeza) Y después se implantan en la zona receptora, haciendo pequeñas micro-incisiones en el cuero cabelludo.
- Técnica de trasplante de unidades foliculares (FUT): en este método se extrae una tira de piel del cuero cabelludo de la zona donante. Luego los folículos se separan de la tira con técnicas microscópicas y se implantan en la zona receptora.
¿Qué tipos de alopecia se pueden revertir con un trasplante capilar?
Existen diferentes tipos de alopecia, y desafortunadamente no todas son reversibles con un trasplante capilar.
Pongamos algunos ejemplos:
- Alopecia androgénica: es un motivo muy frecuente de la pérdida de cabello. Ocurre principalmente en hombres y está asociada a factores genéticos y hormonales. El trasplante capilar es una buena solución para repoblar las zonas con calvicie, sin embargo, debes tener en cuenta que la caída del cabello puede continuar en las áreas no tratadas.
- Alopecia areata: tiene su origen en enfermedades autoinmunes como la diabetes y se caracteriza por la pérdida repentina de cabello en áreas muy definidas, normalmente formando partes o círculos. Este tipo de alopecia suele ser temporal, por lo que no tiene sentido realizar un trasplante capilar. Además, el cabello injertado podría volver a caerse mientras enfermedad siga activa.
- Alopecia difusa: es la pérdida uniforme de cabello en todo el cuero cabelludo. Suele estar relacionada con el estrés o carencias nutricionales (anemia). Si la causa subyacente se trata y se controla el trasplante capilar podría ser una opción para mejorar la densidad en las áreas afectadas.
- Alopecia fibrosante: afecta en mayor medida a las mujeres que a los hombres, y aunque su origen no está muy claro, se relaciona con la menopausia. El trasplante capilar puede considerarse como una opción, pero la cicatrización podría limitar la viabilidad de los folículos trasplantados.
- Alopecia universal: tiene un origen autoinmune, es decir, los anticuerpos atacan a los folículos deshaciéndose de ellos. El trasplante capilar no suele funcionar, ya que los cabellos trasplantados estarán sujetos al mismo proceso autoinmune.
En definitiva, es importante contar con un diagnóstico capilar previo, pues no todos los pacientes son buenos candidatos al tratamiento. El análisis capilar servirá para detectar la causa subyacente, conocer el estado del cuero cabelludo y la calidad de los folículos de la zona donante. Cada caso debe valorarse de manera individual para determinar el tipo de alopecia que está provocando la calvicie, y si el trasplante capilar es una solución al problema.
El especialista te asesorará con total franqueza para que sepas si tus expectativas son o no realistas. Generalmente, el tipo de alopecia más favorable para un trasplante capilar, es alopecia androgénica.
¿Dónde realizarse un trasplante capilar?
El trasplante capilar es un procedimiento quirúrgico que debe realizarse en una clínica especializada y que cumplan con todas las normativas de seguridad.
En cada sesión es posible trasplantar hasta 3000 folículos capilares y el número total de sesiones dependerá de la extensión del área repoblar.
Antes de hacerse un trasplante capilar es importante:
- Realizar un análisis de sangre para comprobar el estado de salud.
- Dejar de fumar y de beber bebidas alcohólicas.
- No tomar medicamentos anticoagulantes como la aspirina.
- No rasurar la cabeza.
- Aplicar un champú de arrastre para eliminar las células muertas y el exceso de sebo.
Riesgos y complicaciones
Aunque el trasplante capilar es un procedimiento muy seguro, como cualquier cirugía conlleva una serie de riesgos potenciales y es importante estar bien informados.
Los más habituales son:
- Infección en las áreas tratadas
- Sangrado excesivo
- Mala cicatrización (es más frecuente en la técnica FUT)
- Asimetría en la distribución del cabello trasplantado, si no se realiza correctamente.
- Inflamación temporal
- Necrosis de los injertos (puede ocurrir si hay mala irrigación sanguínea en la zona receptora).
Es fundamental seguir las recomendaciones del cirujano y cuidar adecuadamente el cuero cabelludo después del tratamiento para minimizar estos riesgos.