Sólo hay que echar un vistazo a las propuestas de las grandes firmas para darse cuenta del resurgir de una de las tendencias más sexys de todos los tiempos: los vestidos con transparencias.
¿De dónde viene esta tendencia?
Aunque algunos diseñadores experimentaron con esta tendencia en la década de 1990, fue a principios de los años 2000 cuando los naked dresses comenzaron a aparecer en las alfombras rojas y en los eventos de alta costura. Una de las primeras celebridades en llevar uno de estos vestidos fue la modelo y actriz Rose McGowan, quien usó un vestido completamente transparente en los MTV Video Music Awards de 1998.
Desde entonces, muchas celebridades han hecho del naked dress una prenda icónica. Uno de los vestidos más famosos de este estilo fue el que usó la actriz Halle Berry en la ceremonia de los Premios de la Academia de 2002, un vestido con una falda de tul y un corpiño transparente con pedrería. Otros ejemplos notables incluyen los vestidos que llevó Rihanna en la Met Gala en 2014 y 2015, y el vestido de encaje transparente que Beyoncé usó en la ceremonia de los Premios Grammy de 2015.
En 2023 tenemos muchos ejemplos de firmas de alta costura que han abrazado esta tendencia. Por ejemplo, la diseñadora Nensi Dojaka crea reveladores vestidos lenceros que dejan la ropa interior al descubierto.
Salvatore Ferragamo combina la gasa y el tul en un vestido con transparencias estilo túnica.
Giambattista Valli o Armani nos presentan la versión más primaveral de esta prenda al unir transparencias y bordados de flores.
En el lado opuesto, Victoria Beckham o Saint Laurent se pasan al «lado oscuro» e incluyen en sus colecciones vestidos transparentes en color negro que demuestran que esta tendencia no está reñida con la elegancia.
Y ya para finalizar, no podemos olvidarnos de los vestidos de crochet, la versión más veraniega del naked dress.