Conservar una piel joven y bonita, requiere de unos cuidados diarios principalmente preventivos que comienzan en la adolescencia. Los tratamientos estéticos y la cosmética antiaging pueden ayudarnos a combatir las arrugas y la pérdida de firmeza en el rostro, pero nada mejor que unos hábitos de vida saludables para sentirnos guapas a cualquier edad.

Estos son algunos de los consejos de belleza que te daremos…

Cuida tu dieta

Incluye en tu mesa alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 y grasas monoinsaturadas. Las encontrarás principalmente en los pescados grasos (salmón, caballa, arenque), en el aguacate, las aceitunas o el aceite de oliva. Ayudan a regenerar los tejidos y mantienen la flexibilidad de la epidermis.

Otra sustancia muy importante es la luteína. Estudios recientes han demostrado que la luteína aumenta las defensas de nuestra piel protegiéndola de los rayos UV. Las mejores fuentes de luteína son las verduras de hoja verde, las yemas de huevo y el maíz dulce.

Los alimentos ricos en antioxidantes como las frutas, el brócoli o el tomate, son muy importantes ya que combaten los efectos dañinos de los radicales libres, responsables entre otras cosas de la aparición de manchas y arrugas en la piel.

La vitamina E cumple un papel fundamental en la renovación de las fibras de colágeno y elastina. Para tener una piel flexible y elástica, debes comer a menudo vegetales crudos, germen de trigo, nueces, semillas o aceitunas.

No podemos concluir este apartado sin hablar de la importancia de una buena hidratación. No nos referimos solamente al uso de cremas hidratantes, sino a hidratarnos desde el interior bebiendo al menos ocho vasos de agua al día. Si notas tu piel apagada o áspera es posible que no bebas la cantidad suficiente de agua. Este hábito saludable no sólo nos ayuda a estar más bellas sino a mejorar las digestiones, eliminar toxinas, cuidar la salud renal y mantener en buen estado nuestras articulaciones.

La ayuda de la cosmética

Cuando hablamos de cosmética antiaging pensamos en cremas milagrosas que pueden quitarnos años de encima en sólo unas semanas. La realidad es otra distinta.

Los cuidados que nos brinda la cosmética son principalmente preventivos (y no tanto reparadores aunque también pueden serlo) y deben comenzar a una edad muy temprana.

Son cuidados básicos para el rostro:

  • La higiene facial: debe hacerse dos veces al día (mañana y noche) tanto si nos hemos maquillado como si no lo hemos hecho.
  • Exfoliación: aproximadamente cada 15 días. Mantiene nuestra piel libre de impurezas y células muertas, permitiendo una óptima oxigenación de la epidermis.
  • Hidratación: debes aplicar siempre una buena crema hidratante después de limpiar tu cutis. Este paso es muy importante ya que cuando la piel se reseca, pierde tono y comienzan a aparecer las arrugas.
  • Protección solar: es el cuidado preventivo más importante. Se necesita tanto en verano como en invierno ya que la exposición al sol sin protección es la causa principal de fotoenvejecimiento, manchas irregulares y riesgo de sufrir melanoma.

Además de los cuidados básicos que te acabamos de mencionar, existen algunos cuidados complementarios que tu piel te agradecerá; por ejemplo aplicarte una mascarilla una vez a la semana.

A partir de los 40 años, te recomendamos usar una crema de noche con activos antiedad: vitaminas A, C y E, retinol, péptidos, alfahidroxiácidos (AHA) y ácido glicólico. Estos productos ayudan a reducir la apariencia de líneas finas y arrugas, así como a retrasar el proceso de envejecimiento.

Tratamientos estéticos

Existen muchos tratamientos no invasivos de rejuvenecimiento facial. Dependiendo de la zona del rostro que se vaya a tratar o del problema estético en sí, el dermatólogo puede recomendar una solución u otra.

Los más demandados suelen ser:

  • Bótox
  • Relleno de las arrugas con ácido hialurónico
  • Radiofrecuencia facial
  • Electroporación transdérmica
  • Peelings químicos despigmentantes
  • Peeling con punta de diamante para las arrugas muy marcadas
  • Rejuvenecimiento con IPL