Una boda es una ocasión especial donde no sólo la novia debe cuidar su apariencia sino también los invitados e invitadas. Por lo general, en las bodas religiosas se acostumbra a vestir de largo y en las civiles son más apropiados los vestidos cortos. Pero no tiene por qué ser siempre así y a no ser que exista un protolo definido, puedes optar por el estilo que más te guste (eso sí, siempre que sea elegante y femenino).


Trata de huir del negro y elige colores alegres a tono con la felicidad que transmite este día. Tampoco se recomienda vestir de blanco, es un color reservado para la novia.

Volantes, encajes, cuentas o lentejuelas son algunos de los detalles que puede incorporar tu vestido ideal para conseguir un toque de glamour sin recargar mucho las tintas.