El cáncer de mama es un tipo de tumor que aparece en el revestimiento de los conductos mamarios , en los lóbulos o en el tejido glandular. Es el tipo de neoplasia más frecuente en la mujer y, aunque se desconocen sus causas exactas, probablemente existe una combinación de factores genéticos, fisiológicos, hormonales y ambientales.
¿Cuáles son los factores de riesgo en el desarrollo del cáncer de mama?
Actualmente los investigadores siguen estudiando los factores que influyen en la aparición del cáncer de mama. Muchos motivos que en el pasado eran considerados como un detonante de la enfermedad ya han sido descartados al no encontrar indicios concluyentes.
En cambio, se piensa que existe una relación sólida entre el cáncer de mama y los siguientes factores de riesgo:
Edad
El envejecimiento está estrechamente relacionado con el desarrollo de todas las neoplasias y del cáncer de mama en particular. Más del 80% de los diagnósticos positivos se dan en mujeres mayores de 60 años.
Sexo
Es una enfermedad prevalente en mujeres (99% de los casos frente al 1% de los casos que se diagnostican en varones).
Factores genéticos
Aproximadamente entre el 5% y el 10% de los cánceres de mama son hereditarios. Esto quiere decir que mujeres con un historial familiar de cáncer de mama tienen más posibilidades de padecer la enfermedad.
Las mutaciones hereditarias suelen ocurrir en los genes BRCA1 y BRCA2. Algunos estudios señalan que entre el 50 % y el 60 % de quienes heredan estos genes mutados podrían desarrollar cáncer de mama antes de los 70 años.
Otros genes que pueden influir, aunque en menor medida, son PTEN (síndrome de Cowden) y TP53 (síndrome de Li-Fraumeni).
Factores hormonales
Tanto la menstruación precoz antes de los 12 años (menarquía) como la menopausia tardía después de los 55 años, son factores de riesgo para el cáncer de mama, debido a la exposición prolongada a los estrógenos. Por lo general, mujeres con una vida fértil más corta tendrán menos probabilidades de desarrollar tumores.
También existen diferentes estudios que relacionan la Terapia Hormonal Sustitutiva (THS) con la aparición de la enfermedad, especialmente si se usa durante más de cinco años. Hace algún tiempo se empleaba este tratamiento para aliviar los síntomas de la menopausia y prevenir la osteoporosis, pero hoy en día está desaconsejado por provocar tumores de ovario y en las mamas.
Estilo de vida
El alcohol y la obesidad son dos hábitos especialmente nocivos. El alcoholismo aumenta entre un 7% y un 10% la incidencia del cáncer de mama. Por otra parte, el exceso de tejido adiposo mantiene altos los niveles de estrógeno y de insulina favoreciendo el crecimiento de células tumorales. Los profesionales de la salud insisten en que para prevenir el cáncer o la diabetes es importante practicar ejercicio, seguir una dieta equilibrada y alejarse del tabaco y del alcohol.
Factores relacionados con la salud reproductiva
Según apuntan algunas investigaciones, el riesgo de sufrir cáncer de mama aumenta ligeramente en mujeres sin hijos o que han sido madres después de los 30 años. Además, los ginecólogos aconsejan la lactancia materna al menos hasta los seis meses ya que disminuye la exposición a los estrógenos.
En cuanto a la relación entre los anticonceptivos y el cáncer de mama, no ha sido posible establecer un vínculo causa-efecto, pero podría existir cierto riesgo con el uso prolongado que desaparece al dejar de tomarlos.
Antecedentes personales
Mujeres que han tenido en el pasado un tumor primario en alguno de los senos, tienen entre 3 y 5 veces más posibilidades de desarrollar nuevos tumores que la población general. La presencia de fibroadenomas no parece aumentar el riesgo en mujeres sin antecedentes familiares de cáncer de mama.
Raza
Es más común en mujeres blancas caucásicas. Las mujeres afrodescendientes tienen un riesgo menor de tener cáncer de mama, aunque cuando este se presenta, suelen ser tumores más agresivos (como el triple negativo) y en edades más tempranas.
¿Cómo evaluar el riesgo?
Hay diferentes herramientas de evaluación, como el modelo Claus o el modelo Gali que calculan las probabilidades de padecer la enfermedad. Toman en cuenta tanto los factores individuales como la historia familiar.
De todas formas, los expertos en oncología, nos recuerdan que la mayoría de los cánceres de seno se dan en mujeres sin factores de riesgo reconocidos. Por eso es importante que, al margen de nuestros antecedentes genéticos y estilo de vida, nos hagamos chequeos médicos regulares y una mamografía anual a partir de los 50 años para detectar los tumores en sus etapas iniciales cuando tienen mejor pronóstico y tratamientos menos invasivos.