crossfit salud cardiovascular


Los avances en medicina han hecho posible que seamos capaces de detectar con exactitud los síntomas de una enfermedad coronaria o incluso llegar a un diagnóstico fiable antes de que se hayan producido graves secuelas. A pesar de todo esto, los problemas cardíacos siguen siendo una de las principales causas de mortalidad en el mundo occidental y esto se debe en gran medida a los malos hábitos de vida. El sedentarismo y el consumo de alimentos procesados que saturan nuestras arterias de colesterol malo, aumentan el riesgo de sufrir obesidad, diabetes, o en el peor de los casos, desarrollar una enfermedad cardíaca.

El deporte y la alimentación equilibrada son indispensables en el marco de una vida saludable. Y a este respecto hoy hablaremos del Crossfit y su impacto sobre el sistema cardiovascular. Existen opiniones enfrentadas de todo tipo, pues mientras que algunos afirman que tiene incontables beneficios para la salud de nuestro corazón, otros expertos aseguran que no es tan bueno como se dice y que se trata de una disciplina reservada únicamente para deportistas con una gran potencia física.

Opiniones a favor: el Crossfit como método de prevención de enfermedades cardíacas.

El Crossfit es un entrenamiento interválico de alta intensidad inspirado en los métodos militares. Es una de las mejores disciplinas a la hora de quemar grasas ya que eleva nuestra tasa metabólica basal, lo que nos permite seguir quemando más calorías después de realizar ejercicio. No olivemos que los músculos son los grandes hornos «quema-grasa» de nuestro cuerpo ya que para mantenerlos necesitamos un gran aporte de calorías diariamente. El Crossfit trabaja la hipertrofia o desarrollo muscular haciendo que quememos muchas calorías incluso en los días de descanso.

Gracias a esto se reducen los niveles de triglicéridos y colesterol en la sangre (especialmente el LDL o colesterol malo). La hipercolesterolemia es uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de la enfermedad cardíaca y en este sentido el Crossfit nos ayuda a mantener limpias nuestras arterias, mejorando la salud cardiovascular.

Al ser un ejercicio intenso y de corta duración, el Crossfit utiliza las reservas de glucosa presentes en la sangre, favoreciendo así la acción de la insulina. Así nos previene contra enfermedades metabólicas como la diabetes ya que evita que se genere resistencia a esta hormona.

Finalmente, el Crossfit incluye una gran variedad de ejercicios aeróbicos que hacen trabajar al corazón y a los pulmones. El aumento de la capacidad pulmonar y el fortalecimiento del corazón serían dos de los grandes beneficios del Crossfit en la prevención de enfermedades cardíacas.

Sus detractores afirman que el Crossfit no es un deporte apto para principiantes.

En el otro lado de la balanza, existen también opiniones enfrentadas que cuestionan la utilidad del Crossfit como deporte para prevenir problemas cardíacos.

El Doctor Diego López de Lara, experto en endocrinología infantil, explica que durante una sesión de Crossfit se generan grandes cantidades de ácido láctico y esto se traduce en una falta de oxígeno en el organismo. El ritmo, la intesidad de los ejercicios y la velocidad de los mismos, requiere de un entrenamiento previo o de lo contrario podríamos sufrir arritmias o incluso infartos en los casos más graves.

Los problemas musculares también son frecuentes en los aficcionados menos preparados que se acercan a esta disciplina. «Son muy comunes las lesiones tendinosas y fibrilares, pues los esfuerzos musculares no son progresivos», advierte el especialista.

Hay que escuchar las señales de alerta de nuestro cuerpo: náuseas, mareos o dolor torácico. Ante estas advertencias, debemos dejar de practicar Crossfit inmediatamente. Para evitar sorpresas desagradables el experto aconseja hacer un test de resistencia y un electrocardiograma en nuestro centro médico para comprobar el buen estado de salud de nuestro corazón y evitar riesgos innecesarios.

Recuerda que las actividades físicas de alta intensidad deben introducirse cuando el cuerpo esté preparado para ello. No son la mejor opción para dar el salto desde una vida sedentaria sino para personas que ya tengan una preparación física previa y un buen estado de salud.