Además de utilizar pinceles, brochas y esponjitas, la mayoría de las chicas usamos de vez en cuando los dedos de la mano para extender la base de maquillaje u otro producto cosmético.


Aplicar el maquillaje con los dedos tiene sus ventajas. Una de ellas es que al «calentar» el producto con nuestra temperatura corporal, lo suavizamos y favorecemos su absorción. Por lo general, usamos los dedos para extender cosméticos de textura en crema o fluida y nos valemos de los pinceles y las brochas para aplicar sombras o productos en polvo.

Debes tener en cuenta que no todos los dedos ejercen la misma presión. Los buenos maquilladores saben esto y utilizan un dedo diferente para cada área del rostro:

  • El dedo anular es el que tiene menos fuerza. Los correctores antiojeras suelen aplicarse con este dedo mediante suaves toquecitos para evitar el «efecto parche» que aparece cuando no difuminamos bien.
  • El dedo índice es el que tiene mayor precisión. Por este motivo se usa para aplicar las sombras.
  • El dedo corazón es el dedo de la mano que tiene más fuerza. Es ideal para retirar excesos de producto o bien aplicar un labial con toques suaves si quieres conseguir una boca muy natural.
  • Por último, el dedo meñique es el más pequeño y esta característica lo convierte en una herramienta de maquillaje perfecta para llegar a las zonas más «inaccesibles» de tu cara, por ejemplo las aletas de la nariz o el área del lagrimal.

Y vosotras, chicas ¿os atrevéis a aplicar cualquier cosmético con los dedos o solamente la base de maquillaje?