Las hojas de plátano se utilizan comúnmente en la cocina de muchas regiones tropicales para envolver alimentos como los tamales, aportando un sabor y aroma únicos. También las emplean muchos países del sudeste asiático como Bali o Tailandia para presentar ofrendas de alimentos en los templos.


Sin embargo, además de tener propiedades organolépticas, las hojas de plátano aportan también muchos beneficios para la salud.

Son una fuente natural de:

  • Minerales como el potasio, calcio, azufre, hierro, fósforo y sodio.
  • Vitaminas A, B1, B2, B6, C, ácido cítrico y carotenos.
  • Antioxidantes como la alantoína y lignina.

Remedios caseros con hojas de plátano.

Gracias a su poder antioxidante, las hojas de plátano se utilizan como un remedio natural en diferentes culturas alrededor del mundo.

Algunos de sus usos populares son:

  • Como cataplasma para favorecer la cicatrización de las heridas.
  • En infusión para aliviar la tos y el dolor de garganta.
  • Para neutralizar la acción de los radicales libres y proteger las células de nuestro cuerpo contra el daño oxidativo.
  • Para disminuir los niveles de azúcar en sangre gracias a sus propiedades hipoglucemiantes.

¿Cómo preparar una infusión de hojas de plátano?

  1. Toma algunas hojas frescas de plátano, límpialas, y luego sécalas al sol.
  2. Colócalas en una olla y vierte sobre ellas 1 l de agua.
  3. Deja que hierva durante 10 minutos y luego, deja hasta que la infusión esté tibia.
  4. Cuela y sírvela. Puedes añadir un poco de miel para endulzar.

La infusión de hojas de plátano no tiene efectos secundarios, ni interactúa con los medicamentos. Es rica en taninos, que son compuestos con propiedades astringentes. Esto quiere decir que también es útil para cortar la diarrea.

La flor de plátano: otro ingrediente valioso y poco conocido.

Otro ingrediente popular en la cocina asiática es la flor de plátano. Tiene un aspecto parecido al de una alcachofa de color púrpura. Una vez que se retiran las hojas, queda el corazón tierno y jugoso.

La flor del plátano se prepara tradicionalmente en ensaladas, aunque también se puede cocinar y guisar.

Nutricionalmente destaca por su alto contenido en calcio y fósforo dos minerales que ayudan a mantener los huesos fuertes.

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