Porque todas hemos tenido alguna vez un granito, una espinilla, ojeras, manchas o líneas de expresión… El maquillaje puede convertirse en tu mejor aliado para salir de un apuro y lucir un rostro luminoso y sin imperfecciones. Recuerda, sin embargo, que se trata solamente de un método para salir del paso pero la solución está en cuidar tu piel limpiándola con frecuencia y apoyándote en la ayuda cosmética.
Dicho esto, para disimular los pequeños defectos de tu cara, en primer lugar, necesitaremos examinarla con detenimiento y a ser posible, a la luz natural ya que la luz artificial genera sombras falsas y no permite observar la tonalidad real de tu piel. Nos fijaremos también en aquellos rasgos atractivos de nuestro rostro que queramos destacar: unos ojos bonitos, una boca seductora, etc.
Ha llegado la hora de maquillarse y para ello necesitaremos dos productos básicos: un buen corrector y una base de maquillaje cuyo color y textura sea compatible con tu tipo de piel. El corrector debe aplicarse preferentemente antes de la base y con un pincelito de cerdas sintéticas para que el resultado sea más natural. El fondo de maquillaje debe ser mate o de lo contrario matizarlo con la ayuda de un polvo compacto para que no aparezcan brillos.
Teniendo en cuenta estos consejos, para tapar los granitos y las rojeces de la cara se utilizan los correctores verdes, para tapar manchas y pecas se utilizan los correctores violetas, mientras que para tapar las ojeras violáceas se utilizaremos los correctores amarillos.
Os recomendamos echar un vistazo al siguiente video en el que se explica lo que acabamos de contar.
