Si tienes una cena especial y quieres un maquillaje sofisticado que armonice a la perfección con tu peinado, vestido y complementos, en nuestro artículo de hoy te daremos las claves para que luzcas espectacular. Tan sólo necesitarás disponer de los cosméticos adecuados y ser algo detallista.


¿Vamos a ello? Sigue estos pasos al detalle y conseguirás un maquillaje de noche con un acabado perfecto:

Piel luminosa y de textura uniforme

  • Limpia e hidrata tu cutis a conciencia. Si fuese necesario, aplica una ampolla flash.
  • Extiende un corrector claro con ayuda de un pincel suave sobre las zonas más hundidas de tu rostro: surco nasogeniano, aletas de la nariz y centro del pómulo (para hacerlos más prominentes). Algunos iluminadores pueden usarse también como corrector antiojeras, otros no, y es necesario emplear un producto específico para el contorno del ojo. Una vez que hayas terminado, difumina bien con ayuda de una esponjita húmeda.
  • Si deseas corregir algunas facciones de tu cara, puedes emplear ahora un corector oscuro. Debe ser de la misma textura que tu fondo de maquillaje y uno o dos tonos más oscuros. Lo aplicamos en aquellas zonas que queremos afinar (barbilla, laterales de la frente, punta de la naríz, etc.) y difuminamos del mismo modo que hicimos con el iluminador.
  • Por último, extenderemos la base de maquillaje. Si no tienes arrugas profundas, te recomendamos usar un fondo de maquillaje fluido (de lo contrario, es mejor elegir una base en crema porque son más cubrientes). Las texturas fluidas ofrecen una cobertura media y son fáciles de aplicar.

  • Fíjate en que sean libres de aceites (oil-free) porque con la sudoración del rostro y con el propio maquillaje, los poros suelen taponarse fácilmente, apareciendo brillos en la zona T. Los productos libres de aceites aunque no sean tan humectantes, permiten mayor oxigenación.
  • Para una mejor cobertura, utiliza una esponjita suave y parte del centro de tu cara hacia la parte más externa.
  • El toque maestro lo conseguiremos con una leve pasada de polvos traslúcidos para sellar nuestro maquillaje.

Una mirada mágica

La escasa iluminación hace que los colores no se aprecien en toda su belleza e intensidad. Por este motivo, suelen escogerse sombras de colores algo más llamativas que las que empleamos durante el día.

La cantidad de producto que debemos aplicar también varía. Los tonos fríos destacan bien con la luz artificial pero los tonos cálidos deben saturarse un poco más para apreciarse al detalle (aunque sin excedernos).

Normalmente trabajamos con una sombra más clara y otra más oscura (a veces usamos otra intermedia). Los puntos de mayor claridad deben situarse en el lagrimal y bajo el arco de la ceja. Los colores más oscuros irán sobre el párpado móvil, en su parte más externa si queremos conseguir una forma almendrada en nuestros ojos.

Los delineadores pueden ser en lápiz o en líquido. Estos últimos sirven para conseguir un acabado más gráfico y un trazo definido. Si quieres un delineado estilo «ojo de gata», la mejor alternativa es usar perfiladores líquidos o en gel. Por otra parte, el lápiz ofrece otras ventajas ya que es posible conseguir difuminados si repasamos el trazo con un pincelito.

Es imprescindible tener siempre en nuestro estuche de maquillaje un perfilador de ojos en lápiz para repasar la línea de agua que se sitúa en la parte interna del párpado (no se puede usar delineadores líquidos en esta zona porque se corren y producen irritación ocular).

En cuanto a los colores que podemos elegir, existe una gran variedad: desde el clásico negro, al marrón, verde, violeta o plateado. Lo mejor es hacer nuestra elección teniendo en cuenta nuestros gustos personales y el color de nuestro iris. El negro endurece bastante las facciones y a partir de cierta edad debe usarse con cautela.

Las pestañas merecen especial atención ya que aportan una gran intensidad y seducción a tu mirada. Si quieres un maquillaje más dramático e impactante puedes utilizar pestañas postizas. De lo contrario, bastará con curvarlas un poco con ayuda de un rizador y aplicar dos capas de máscara.

No descuides tampoco tus cejas. Deben estar bien depiladas, con una forma cuidada y peinadas. Mucha gente utiliza lacas o gel fijador para el cabello para darles forma, rociando con un poquito de estos productos su peine de cejas. Sinceramente, no creemos que sea lo más adecuado. Estos cosméticos están pensados para el cuidado del cabello y la piel que hay bajo las cejas puede resecarse bastante y aparecer escamitas. Después de peinarlas, pasa ligeramente un papel tissue presionando un poco a lo largo de toda la ceja para retirar el exceso de aceite y vuelve a peinarlas. Se mantendrán durante más tiempo en su sitio.

Si tienes las cejas finas o poco pobladas, es posible mejorar su aspecto con un lápiz de color similar al natural o con un poco de sombra especial.

Boca sensual

El primer paso para lograrlo es conseguir que la zona que rodea a tus labios esté lo más «limpia» posible. Usaremos un poco de iluminador si fuese necesario y algo de polvo sellante para los brillos.

Dibuja el contorno de tu boca con un perfilador de igual color al de tu barra o lo más similar posible.

Los colores que sirvan de relleno para tus labios deben ser más intensos que los que utilices durante el día, aunque también pueden ser suaves.


Para conseguir una textura más uniforme y natural, extrae el color del pintalabios con ayuda de un pincelito y extiéndelo poco a poco.

Un poco de gloss en la parte central de tu boca, te ayudará a conseguir unos labios más jugosos y con volumen.

El toque juvenil

Para conseguirlo es tan sencillo como colocar un toque de colorete justo debajo del pómulo. Algunas maquilladoras, incluso, lo utilizan en combinación con el corrector oscuro para conseguir unos rasgos más finos. Pero es necesario utilizar en este caso muy poca cantidad y difuminar con esmero.