Del mismo modo que miras el etiquetado de los alimentos para conocer su valor nutricional, deberías fijarte también en la composición de tu champú o de cualquier otro producto destinado al cuidado capilar.

Además de valorar el precio, las españolas solemos comprar el champú más indicado para nuestro tipo de cabello. Eso sí, los expertos advierten que cuanto más frecuentes sean los lavados, más suave debe ser el producto en cuestión. Además, es preferible optar por fórmulas libres de sulfatos, siliconas o parabenos, sobre todo si tienes el cuero cabelludo sensible o un cabello tratado químicamente, ya que estos ingredientes pueden causar irritación o afectar a la durabilidad del color.

¿Cómo elegir el champú ideal para tu tipo de cabello?

Algunas mujeres se fijan en la textura de su melena a la hora de elegir el champú. Esto es un error, ya que los champús son productos diseñados únicamente para limpiar el cuero cabelludo. Para elegir correctamente debes fijarte en la zona más cercana a la raíz, y de este modo identificarás si tu pelo es normal, seco o graso.

Cabello normal

El cuero cabelludo no es excesivamente seco ni graso. Para cuidar este tipo de cabello busca champús que no contengan sulfatos agresivos ni siliconas pesadas. En cambio, comprueba la presencia de ingredientes hidratantes en su composición como pantenol, aloe vera o aceite de Argán. Por ejemplo, puedes probar el champú Alfaparf Semi Di Lino Illuminating que limpia delicadamente tu pelo y lo fortalece gracias a su fórmula libre de sulfatos y enriquecida con proteínas de trigo y vitaminas A, E y F que protegen la cutícula y aportan luminosidad a la melena.

Cabello seco

Tiene un aspecto opaco y quebradizo por la falta de aceites naturales en el cuero cabelludo. Si no lo cuidamos adecuadamente, podrían aparecer problemas de irritación y descamación.

Este tipo de cabello necesita una limpieza con champús hidratantes, enriquecidos con aceites vegetales (de coco, Argán o jojoba), manteca de karité o queratina. Este último ingrediente sella la humedad en las hebras, haciendo que el pelo se vuelva poco a poco más dócil y manejable.

Un champú ideal sería Bain Óleo-Relax Discipline de Kérastase que nutre el cabello en profundidad sin apelmazarlo gracias a su fórmula con aceite de coco. Además, elimina el frizz y previene la rotura durante el cepillado.

 

Cabello graso

Se ensucia rápidamente ya que las glándulas sebáceas producen un exceso de aceites.

Los cabellos grasos tienen una apariencia apelmazada en la raíz y pueden caerse más de lo habitual debido a la falta de oxigenación en el cuero cabelludo.

Para limpiar el cabello con tendencia grasa, recomendamos usar fórmulas reequilibrantes y con un pH neutro como el champú Rebalancing de Insight, con aceite de árbol de Té y extractos vegetales de abedul, pomelo y lavanda.

 

Cabellos decolorados o con canas

El champú violeta es un must en el cuidado de los cabellos rubios o con canas ya que atenúa los matices cobrizos que suelen aparecer con los lavados. Sólo necesitas aplicarlo una vez a la semana para notar la diferencia.

Los tonos fríos de rubio o las canas necesitan un mínimo de 10 minutos para aclararse, pero con los rubios dorados basta con dejar actuar el producto de 3 a 5 minutos.

Ten en cuenta que los champús correctores de color son de uso complementario. No conviene abusar de ellos porque el cabello podría volverse opaco.

Te recomendamos el champú Kaypro No Yellow que es adecuado para una frecuencia de uso de 1-2 veces por semana.

 

Otros consejos para aplicar el champú y tener un cuero cabelludo limpio y saludable.

  • Masajea suavemente el cuero cabelludo mientras te lavas el pelo ya que los masajes favorecen la irrigación sanguínea, lo que implica mayor oxigenación y aporte nutricional al folículo piloso.
  • Evita el agua caliente porque elimina en exceso los aceites naturales. Incluso se recomienda que el último aclarado sea con agua fría.
  • Los champús abren la cutícula para limpiar en profundidad. Por eso siempre debes terminar el lavado aplicando un acondicionador de medios a puntas.
  • No frotes tu melena con la toalla pues causarás nudos y enredos. En su lugar, envuelve con ella el cabello y espera 5 minutos a que se absorba el exceso de humedad.