El sexo también es calidad de vida, por eso cuando se presentan problemas que nos impiden disfrutar de nuestra sexualidad, es importante buscar ayuda profesional para volver a sentirnos bien.

El estigma asociado a las disfunciones sexuales como el vaginismo o la eyaculación precoz puede provocar mucha ansiedad y dificultades en la relación de pareja si no reciben el tratamiento adecuado.

Aunque algunas veces las disfunciones sexuales tienen causas físicas o están relacionadas con el estilo de vida, muchas veces existe un trauma no resuelto (educación represiva, malas experiencias, problemas de ansiedad, etc.).  Los psicólogos o terapeutas sexuales pueden identificar el origen del problema y proporcionarnos las herramientas necesarias para mejorar nuestra vida sexual.

Psicoterapia para el tratamiento de la eyaculación precoz.

Las causas psicológicas de la eyaculación precoz suelen estar relacionadas con la ansiedad, el miedo al juicio de la pareja o incluso experiencias traumáticas.

La Terapia Coginitivo-Conductual (TCC) ha demostrado ser efectiva como tratamiento para superar la eyaculación precoz ya que ayuda a gestionar mejor la ansiedad y a modificar aquellos patrones de pensamiento negativos que perpetúan la disfunción. Se puede combinar con el mindfulness y otras técnicas de relajación para combatir el estrés.

En caso de que se perciba un distanciamiento en las relaciones de pareja, es posible que el terapeuta sugiera la terapia de pareja como un recurso para mejorar la comunicación y fortalecer la conexión emocional.

Psicoterapia para el tratamiento del vaginismo.

El vaginismo es un espasmo involuntario de los músculos que rodean la vagina impidiendo la penetración. Muchas mujeres sufren este problema, aunque no lo reconocen abiertamente debido a los estigmas sociales.

El tratamiento para problemas de vaginismo comienza por descartar las causas médicas como endometrosis, himen rígido u otras condiciones anatómicas de la vagina que dificulten las relaciones sexuales.

Entre las causas psicológicas más comunes del vaginismo están la ansiedad, el miedo al embarazo o a sentir dolor durante las relaciones sexuales o experiencias traumáticas pasadas.

Para superar el vaginismo los sexólogos recomiendan trabajar en la modificación de los patrones de pensamiento que perpetúan la respuesta involuntaria. Una vez más, la TCC se revela como una herramienta valiosa en el tratamiento del vaginismo ya que ayuda a reconstruir creencias negativas sobre la sexualidad, a reducir la ansiedad y a desarrollar estrategias para afrontar el temor al dolor.

Además, el entrenamiento en técnicas de relajación como el mindfulness y los ejercicios de Kegel se puede combinar con la psicoterapia para abordar los aspectos físicos y emocionales del vaginismo.

Si la relación de pareja se ha visto afectada, la terapia de pareja es una buena forma de construir un entendimiento mutuo y facilitar el apoyo emocional durante el proceso de tratamiento.

Recuerda que cada persona es única y los problemas de disfunción sexual pueden tener causas muy variadas. Un terapeuta sexual realizará una evaluación completa considerando los factores emocionales, psicológicos y contextuales. Gracias a estos conocimientos puede ofrecernos un tratamiento personalizado que aborde tanto las necesidades individuales como los problemas de pareja relacionados con la sexualidad.