El sol es una fuente de energía y vitalidad y tiene muchos beneficios para la salud física y mental. Por ejemplo, es la forma que en la que nuestro organismo sintetiza la vitamina D, esencial para la absorción del calcio en los huesos. Además, tomar el sol tiene un efecto antidepresivo ya que estimula la producción de endorfinas, también conocidas como «hormonas de la felicidad».

Sin embargo, la radiación solar sin protección puede tener consecuencias negativas, desde quemaduras solares a manchas en la piel o aparición de arrugas. Es importante “recordar que los efectos de la radiación solar son acumulativos e irreversibles” – comenta para la revista www.mujerysalud.es el Doctor y especialista en Dermatología Agustín Alomar Muntañola.

Pero ¿qué ocurre cuando el protector solar nos irrita la piel? Aproximadamente el 1% de la población es alérgica a estos productos, pero la solución no está en dejar de usarlos sino en aprender a elegirlos.

¿Es aconsejable usar protector solar si tengo la piel sensible o reactiva?

Además del envejecimiento cutáneo prematuro y un mayor riesgo de desarrollar melanoma, los rayos UV también pueden empeorar la condición de la piel sensible, sobre todo en casos de eccema y rosácea. Por lo tanto, es imprescindible utilizar protector solar para minimizar estos efectos perjudiciales.

¿Qué protector solar es mejor para la piel atópica o sensible?

Existen diferentes tipos de protector solar y algunos son mejores que otros para la piel sensible.

Los dermatólogos recomiendan optar por fórmulas con bloqueadores físicos como el óxido de zinc o el dióxido de titanio. No son irritantes ya que no penetran en la piel, sino que se depositan en la superficie creando una película que refleja los rayos solares.

En cambio, los bloqueadores químicos como la oxibenzona, octisalato o avobenzona son más proclives a causar reacciones como picazón, irritación y enrojecimiento.

Dentro de este grupo, uno de los más perjudiciales es la oxibenzona que pertenece al grupo de las benzofenonas. Puede aparecer en el etiquetado de las cremas solares bajo nombres como oxybenzone, benzophenone, BP-3 o methanone. Los casos de dermatitis por contacto a la oxibenzona fueron documentados ya en la década de los 80’. La principal manifestación clínica es la aparición de eccema en la zona donde se aplicó el producto. Además, existe la sospecha de que esta sustancia actúa sobre el sistema hormonal como un disruptor endocrino, si bien las investigaciones conocidas hasta ahora se realizaron en animales y no hay evidencias concluyentes que demuestren efectos adversos en la salud de los humanos.

Los perfumes de los cosméticos también son candidatos a producir alergias, por lo que si tienes la piel atópica es preferible evitarlos. Busca una crema solar libre de fragancias e hipoalergénica. Si tienes dudas sobre al respecto, recuerda que las personas con la piel reactiva o sensible deberían adquirir estos productos en parafarmacias en lugar de supermercados y otros establecimientos comerciales.

Problemas con el protector solar y los brotes de acné.

¿Suelen salirte pequeños granitos o espinillas poco después de aplicar el protector solar? Tal vez no se deba a una reacción alérgica sino a una obstrucción de los poros. Algunas cremas solares tienen siliconas o aceites minerales en su formulación que agravan la condición de las pieles propensas al acné.

Si este es tu caso, revisa que en el etiquetado del producto aparezcan palabras como “no comedogénico” o “oil-free”. Estas cremas tienen una textura ligera y se absorben rápidamente sin dejar sensación grasa.

Otra posibilidad es comprar un protector solar en spray. Ofrecen la misma protección que las fórmulas de textura cremosa, el único inconveniente es que a veces nos excedemos en la cantidad de producto ya que es difícil repartirlo de manera uniforme.

Depilación y sol: una combinación poco aconsejable.

Si te acabas de depilar tu piel estará irritada y sensible. Muchas veces se nos olvida que la depilación no sólo elimina el vello sino también las células muertas que se depositan en la parte más superficial de la epidermis.

Según afirman los dermatólogos después de depilarse la piel es más vulnerable a la aparición de manchas y quemaduras solares. Por lo tanto, lo mejor es evitar la exposición directa al sol hasta pasadas 48 horas. Si aún así es inevitable exponerte, utiliza un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) adecuado. Opta por fórmulas suaves y sin fragancia para evitar la irritación.

Cuidado con los productos que han quedado abiertos.

Es bastante común encontrarse con un bote de crema solar del verano pasado al revisar la bolsa de la playa. Es tentador querer aprovecharlo, pero aquí tienes un buen consejo: ¡No lo hagas! El protector solar pierde su efectividad después de 12 meses de haber sido abierto.

Algunas personas experimentan enrojecimiento en la piel al aplicar una crema solar que ha estado abierta por mucho tiempo y pueden atribuir esta reacción a que el producto ha caducado. Sin embargo, la irritación en realidad se debe a la exposición solar con una protección insuficiente.

Esperamos que estos consejos te sean útiles. Recuerda que el protector solar es un producto imprescindible durante todo el año para mantener la salud de la piel.