La palabra perfume proviene del latín «per fumum» que significa producir humo. Las primeras fragancias eran obtenidas a través del humo, quemando maderas aromáticas, utilizadas en los rituales de homenaje y ofrendas a los dioses.

Los egipcios alcanzaron el mayor esplendor en la fabricación de perfumes y cosméticos. Sus técnicas consistían en macerar plantas aromáticas en aceite, escurriendo el líquido a través de un paño, o bien bañando pétalos de flores en una gasa que conservaba la fragancia.

El perfume es una mezcla de esencias aromáticas, alcohol y fijador, utilizado para proporcionar un agradable y duradero aroma al cuerpo humano.

Las fragancias, además de ser un distintivo social, muestran parte de nuestra personalidad. No todos los perfumes son adecuados para todas las ocasiones, todas las personas ni todas las horas del día.

Componentes de un perfume natural:

    • Los aceites esenciales: son sustancias formadas por moléculas volátiles que se obtienen de plantas o de determinadas glándulas de animales mediante procedimientos físicos y químicos como la extracción o la destilación. El aceite más utilizado por la industria del perfume y también el más caro, es el aceite esencial de rosas. Son necesarias dos toneladas de pétalos frescos en plena floración, para producir apenas 1 kg. de este aceite esencial.
    • El fijador: es un compuesto orgánico no volátil que impide la evaporación de las esencias y prolonga la duración de la fragancia en el cuerpo. Entre los fijadores naturales provenientes de secrecciones animales se encuentra el almizcle, castóreo o ámbar gris, y entre los vegetales se utilizan algunos aceites esenciales como salvia, vetiver, pachulí y sándalo.
    • El disolvente: es el componente que se encuentra en mayor proporción en la fórmula y que permite diluir los aceites esenciales. Suele emplearse el alcohol de cereal o el agua destilada.

Clasificación de los perfumes

Los perfumes se clasifican en función de varios factores:

La concentración de la esencia

  • Perfume o extracto: tiene la mayor concentración de esencia aromática, que oscila entre el 15% y el 30% mezclado en alcohol de alta graduación. Generalmente se presenta en frascos muy pequeños y se emplea en poca cantidad de gotas por su intenso aroma. Son los más costosos.
  • Agua de perfume (Eau de parfum): la concentración de esencia varía entre el 10% y el 15% diluida en alcohol de 90º. Puede usarse en mayores cantidades que el extracto.
  • Agua de tocador (Eau de toilette): la concentración de la esencia puede variar del 5% al 10%, diluida habitualmente en alcohol de 85º.
  • Agua de colonia (Eau de cologne): tiene una concentración de esencias considerablemente baja que varía del 3% al 5% y un grado alcohólico entre 70% y 80%.
  • Agua refrescante (Eau de fraîche): es la versión más refrescante y diluida. Cuenta con un porcentaje de esencia que oscila entre el 1% y el 3% y en algunos casos no contiene alcohol. Dada la suavidad de su aroma puede aplicarse varias veces al día.

La cantidad y calidad del alcohol

Se utiliza el alcohol destilado de cereales obtenido por medio de la fermentación, generalmente destilado del maíz o arroz. La fermentación es un proceso que utiliza levadura o bacterias para modificar el azúcar de los alimentos y transformarla en alcohol. Como es un conservante natural, es indicado para preparar licores y la gran mayoría de bebidas alcohólicas. Se emplea en la elaboración de perfumes naturales porque es menos irritante para la piel. Cuanto más alta es la graduación alcohólica, más intenso es el perfume. La función del alcohol es solubilizar las esencias y ayudar a que las mismas se dispersen en la piel. Se utiliza como vector y conductor del perfume.

La maceración

Consiste en dejar en contacto prolongado las esencias con el alcohol, para aplacar el impacto alcohólico, logrando así la persistencia del aroma. Puede durar desde varias semanas hasta tres meses.

Su estructura

En el siglo XIX el perfumista Pièsse ideó una escala de materias aromáticas comparable a la de las notas musicales, para mezclar esencias armoniosamente, y componer una melodía de fragancias.

A partir de ese momento todas las fragancias poseen notas en su composición. Son esencias que están presentes en proporciones diferentes, únicas, y determinan la duración de un perfume.

Notas altas, de salida o cabeza

Son esencias muy volátiles, por este motivo su duración es más breve que las demás notas. Crean la primera impresión del perfume, atrapan e impactan con su aroma.

Suelen ser notas cítricas, de frutas, hierbas y flores. Algunas de las más conocidas son:

  • Bergamota
  • Cilantro
  • Lavanda
  • Lima
  • Limón
  • Mandarina
  • Melocotón
  • Naranja
  • Pino
  • Vetiver

Notas medias o corazón del perfume

Surgen cuando se disipa la nota alta. Contienen las esencias más importantes y la mayor proporción en la composición de la fórmula. Son el verdadero espíritu del perfume y definen el carácter central de una fragancia. Tienen una duración aproximada de cuatro horas. Normalmente son notas florales, aunque también se utilizan algunas notas especiadas y amaderadas. Se distinguen las siguientes esencias:

  • Clavo
  • Gardenia
  • Geranio
  • Jazmín
  • Lila
  • Rosa
  • Ylang-Ylang

Notas bajas o de fondo

Su función es la de fijar el perfume. Son las más duraderas (pueden percibirse hasta dos días). Incluyen las siguientes esencias:

  • Canela
  • Roble
  • Cuero
  • Cedro
  • Sándalo
  • Musgo
  • Pachulí
  • Vainilla

Las familias de perfumes

Existen siete grandes familias de perfumes, divididas en subfamilias, en función de los elementos empleados en su fabricación.

  1. Hespérides: comprenden las fragancias cítricas basadas en los aceites esenciales de limón, naranja, lima, mandarina y bergamota. Esta familia se subdivide en especiado, aromático, floral chipre, amaderado y amaderado floral.
  2. Florales: es la familia más amplia y variada de las fragancias clásicas. Sus notas integran como base o complemento, más de la mitad de los perfumes que se comercializan en la actualidad. Contienen aceites esenciales de flores y pueden subdividirse en las siguientes categorías: soliflor, bouquet floral, floral aldehídico, floral verde, floral amaderado frutal, floral frutal y floral marino.
  3. Helecho: es una familia tradicionalmente masculina cuya fragancia evoca aromas del bosque.
    Incluye notas de lavanda, musgo, madera, cilantro, tomillo, romero… también se pueden añadir matices florales o frutales. Dentro de esta familia encontramos: floral ambarado, ambarado dulce, especiado y aromático.
  4. Chipres: contienen fragancias persistentes con una base de musgo, pachulí, sándalo o bergamota y aparecen asociadas a notas frutales en los perfumes femeninos. Las variedades de esta familia son: frutal, aldehídico, cuero, aromático, verde y floral.
  5. Amaderados: son fragancias masculinas compuestas por esencias de la madera de sándalo, cedro, pino o ciprés. Se acompañan a menudo con notas más frescas, hespérides o marinas, y de vez en cuando se encuentran con notas sensuales, especiadas, cítricas o ambaradas. Los perfumes que pertenecen a esta familia, contienen notas amaderadas en el corazón o entre las notas de salida. Esta familia se subdivide en: conífera hespéride, especiado, ambarado, aromático, especiado cuero y marino.
  6. Ambarados u orientales: agrupan perfumes con notas suaves y calientes. Las fragancias de esta familia evocan especias y esencias exóticas. Se obtienen de la mezcla de vainilla, ámbar y almizcle. Son notas de fondo que se asocian con otras, generalmente aromas frutales, ligeramente amaderados, y también se puede detectar una presencia floral. Son perfumes intensos y dulces, especialmente adecuados para el otoño y el ivierno. Dentro de esta familia encontramos: ámbar dulce, semiambar floral, ámbar hespéride, ámbar floral amaderado, ámbar floral frutal y ámbar floral especiado.
  7. Cueros: su fragancia está especialmente indicada en perfumes para hombres. Sus notas tratan de reproducir el olor característico del cuero, con notas de humo. Abedul, tabaco y madera quemada. Los cueros están suavizados con notas florales como las de lirio y violeta. Se subdivide en cuero floral y cuero tabaco.

Modo de uso y preservación de los perfumes

  • La luz y el calor pueden alterar la fórmula de una fragancia. No es conveniente exponer los frascos al sol ni ponerlos cerca de una fuente de calor, porque facilita su evaporación.
  • Los perfumes huelen distinto en cada persona, esto depende del tipo de piel, estilo de vida y alimentación.
  • La piel seca necesita mayor cantidad de fragancia porque tiende a perderla más rápido debido a la falta de humedad. En cambio la piel grasa actúa en combinación con la fragancia aumentando su perdurabilidad por más tiempo.
  • En determinadas pieles no perdura ningún tipo de perfume, mientras que en otras, la fragancia más suave se mantiene todo el día. Esto se debe a la relación directa que existe con la humedad, el nivel de grasa y la acidez de cada piel.
  • Un perfume se debe probar en la muñeca o en la doblez del codo y hay que esperar 15 minutos para que devuelva el olor definitivo en la piel. Las zonas del cuello, muñecas y nuca tienen mayor duración que otros lugares del cuerpo.

Aguas florales

Los hidrolatos o aguas florales son el agua enriquecida obtenida de la destilación de plantas aromáticas, conjuntamente con los aceites esenciales.

Generalmente tienen las mismas propiedades que los aceites esenciales, pero en proporción reducida.

La concentración en principios activos del hidrolato es inferior a la del aceite esencial, menos de 2 ó 3 por 1000.

Las aguas florales son muy suaves, se aplican con un algodón, o directamente por vaporización.

Entre las más conocidas se encuentran:

  • El agua de rosas, para suavizar la piel.
  • El agua de lavanda que tonifica la piel, es calmante y cicatrizante.
  • El agua de romero que estimula y regenera la piel.
  • El agua de sándalo, apropiada para todo tipo de piel.

Modo de preparación:

Coloca dos tazas de los pétalos de la flor elegida en una cacerola con dos litros de agua destilada a fuego medio. Cierra bien la tapa y cuando llegue al punto de hervor, baja el fuego al mínimo y continúa calentando durante dos horas.

Luego apaga el fuego y deja en reposo con la tapa puesta durante dos días.

Cuela el líquido con un tamiz de nailon, estrujando los pétalos de manera que se extraiga el máximo del concentrado y la fragancia.

Finalmente, envasa en una botella de vidrio oscuro y consérvalo en un lugar oscuro.