El trabajo y las ocupaciones diarias hacen que muchas veces apenas tengamos tiempo para realizar actividad física. El sedentarismo afecta de muchas formas a nuestro organismo, aumentando el riesgo de sufrir enfermedades como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, osteoporosis, depresión, ansiedad, etc. A nivel estético, puede ocasionar sobrepeso, flacidez, pérdida de elasticidad cutánea y estrías.


Si bien realizar algún deporte sería muy beneficioso, no es necesario pasarse horas en el gimnasio para mantenernos activas y ganar en salud. Sólo con hacer media hora de ejercicio aeróbico al día, mejorará notablemente nuestra calidad de vida. Hay muchas actividades que se pueden realizar diariamente y que contribuyen a dejar a un lado el sedentarismo: caminar, correr, subir escaleras o simplemente aprovechar el buen tiempo para salir a dar un paseo en bicicleta en lugar de ver la televisión o pasar horas frente a la computadora.

Todas estas actividades, por mínimas que sean, nos ayudarán a llevar una vida más saludable ya que colaboran en la activación de la circulación sanguínea, en combatir el estrés, mantener fuertes los huesos, músculos y articulaciones o mantener el colesterol a raya.