masaje de manos


Las manos son una de las partes más expresivas del cuerpo de la mujer. Delatan tu edad y parte de tu personalidad ya que generalmente las utilizamos como parte de nuestros gestos. Como parte final de las extremidades superiores, las manos tienen una importancia fundamental para la reflexología y no solamente como instrumento para realizar masajes sino también como objeto de los mismos ya que presentan una gran cantidad de conexiones nerviosas con otras partes del cuerpo.

Un suave masaje de manos (especialmente si lo acompañas de una loción o aceite de preparación casera) te ayudará a mantener la juventud de la piel de esta zona, a combatir el estrés y a mejorar el funcionamiento de algunos órganos tratando enfermedades como el ácido úrico.

Beneficios del masaje de manos

A lo largo de la Historia muchos médicos han teorizado sobre los beneficios de los masajes focalizados. Desde Hipócates (siglo V) al humanista Benvenuto Cellini, han sido varios los expertos en registrar los beneficios de ejercer presión sobre los dedos de las manos y de los pies. En el siglo XX William H. Fitzgerald elaboró una teoría según la cual el cuerpo humano está atravesado longitudinalmente por diez meridianos cada uno de los cuales cumple una función sobre determinados órganos y tiene un reflejo en los pies y las manos.

El masaje de manos puede realizarse en cualquier momento y lugar pero requiere una gran experiencia a la hora de localizar los puntos estratégicos a presionar. El objetivo es reducir la tensión y liberar los canales de energía utilizando para ello una técnica muy similar a la que os explicamos en nuestro artículo sobre el shiatsu, realizando movimientos lentos, profundos y circulares… primero en ambas partes de la mano y después dedo por dedo (ver videos).

Paso a paso:

  • Asegurarse que la persona que va a recibir el masaje (en el caso de no ser tú mismo) no tenga enfermedades infecciosas en la piel, eczema o cualquier afección que pudiera contagiarte.
  • Tanto la persona que realiza el masaje como aquella que lo recibe deben aplicarse un poco de crema o de aceite sobre sus manos. Asegúrate que ninguno de los dos tenga alergias al tipo de aceite utilizado.
  • Empieza realizando suaves movimientos circulares en el dorso y en la palma de las manos. Trata de no presionar sobre venas y huesos para que no duela.
  • El masaje debe ser en contra de la circulación de la sangre y desde el centro de la palma hacia los dedos.
  • Céntrate ahora en la palma de la mano, ejerciendo una suave presión con tus pulgares en movimientos circulares sobre los músculos. Repite el paso anterior pero utilizando ahora tus nudillos.
  • Finalmente, realizaremos un estiramiento de las articulaciones, dedo por dedo, recorriéndolos suavemente hacia abajo con un ligero movimiento de presión.
  • El masaje de manos terminará en las muñecas; deben de tomarse suavemente con una mano mientras con la otra se realizan movimientos lentos de arriba a abajo para reactivar el flujo sanguíneo.

Para una explicación más detallada, ver estos videos ilustrativos.