¿Qué entiendes por fitness? Mucha gente identifica esta palabra con el mundo de los gimnasios y el ejercicio físico. Sin embargo, el fitness se refiere a muchas más cosas. Hablamos de rutinas planificadas, de un programa nutricional ajustado a nuestras necesidades y al tipo de entrenamiento que realizamos y, por supuesto, engloba también el concepto de «vida saludable».


Salir a correr por el parque solos o en compañía, también es fitness… Leer revistas sobre nutrición o participar en competiciones deportivas, también lo es. Pero como sucede en todos los ámbitos, a veces no es suficiente con las buenas intenciones y la fuerza de voluntad. Si nadie dirige nuestros entrenamientos y no somos unos expertos, solemos cometer muchos errores. Estos son algunos de los más habituales:

  • Mala ejecución: los ejercicios deben estar bien estructurados. Debemos realizar bien el movimiento de cada ejercicio, con la forma y técnica correcta. Levantar peso adoptando una mala postura inicial, puede provocar lesiones además de activar los músculos inadecuados. No sientas vergüenza y pregunta todas tus dudas a tu entrenador.
  • Demasiado cardio: muchas chicas piensan que cuanto más cardio hagan, más grasas quemarán. En realidad, abusar del ejercicio cardiovascular puede hacer que perdamos músculo (sobre todo si seguimos una dieta estricta). Te recomendamos que no te obsesiones con el cardio y practiques algo de ejercicio con pesas para conservar la fuerza y la masa muscular.
  • Comer poco o mal: con el afán de bajar de peso, a veces la gente toma medidas drásticas y sigue dietas muy estrictas. Esto es algo contraproducente para la salud, especialmente para los deportistas. Si no comemos lo suficiente nuestro cuerpo entra en «modo reserva» y relentiza su metabolismo con el fin de reservar la energía requerida por la actividad física. ¿Qué significa esto? Ante la carencia de nutrientes, nuestro cuerpo no sólo consume los depósitos grasos sino también el músculo (es lo que se conoce como catabolismo). Otro aspecto importante es cuidar la calidad de lo que se come. Evita en la medida de lo posible productos grasosos y procesados y trata de consumir alimentos en su estado natural.
  • No llevar el equipo adecuado: disminuye el rendimiento y puede ser la causa de algunas lesiones deportivas (como en el caso de llevar un calzado inadecuado o no disponer de unos guantes para el levantamiento de pesas). ¡Presta atención a este aspecto!
  • No tener una rutina del día o seguir siempre la misma rutina: denota falta de planificación. Si practicamos siempre los mismos ejercicios, los músculos se habitúan a las mismas cargas y movimientos. Este es uno de los motivos que pueden hacer que nos estanquemos en el gimnasio.

¿Te han sido útiles estos consejos? ¡Ponlos en práctica!