Mantener y desarrollar masa muscular es un objetivo central para muchos entusiastas del fitness. Sin embargo, a pesar de tus mejores esfuerzos en el gimnasio podrías estar perdiendo músculo sin darte cuenta. En este artículo te explicaremos cuáles son esos factores y qué puedes hacer para reducir su impacto y obtener el mayor rendimiento de tus entrenamientos.


Nutrición inadecuada

Es uno de los errores más comunes que te llevan a perder músculo. Para desarrollar y mantener la masa muscular es necesario un superávit energético, es decir, consumir más calorías de las que se gastan. Lo más importante es seguir una dieta completa y equilibrada sin dejar fuera ningún grupo de nutrientes esenciales: proteínas, carbohidratos y grasas saludables. Recuerda que las proteínas tienen una importancia especial ya que de ellas depende el mantenimiento y reparación de los tejidos musculares.

Exceso de cardio

El ejercicio cardiovascular forma parte de nuestras rutinas de entrenamiento, pero si abusamos de él puede tener un impacto negativo en la masa muscular. Sesiones de cardio extremadamente largas y frecuentes pueden aumentar la producción de cortisol, una hormona con efectos catabólicos. Hacer sesiones de HIIT por la mañana y en ayunas es una práctica usual para quemar calorías, pero también puede hacer que pierdas músculo ya que cuando te despiertas tu cuerpo no tiene reservas de glucosa y usará tus músculos como fuente de energía.

No duermes lo suficiente.

El sueño es esencial ya que los músculos se recuperan mientras dormimos. La falta de descanso aumenta los niveles de cortisol y disminuye la producción de hormonas de crecimiento. Asegúrate de dormir al menos siete horas cada noche. Establecer una rutina de sueño regular puede marcar la diferencia en tus esfuerzos por mantener y construir músculo.

Los años no perdonan.

A medida que envejecemos nuestro cuerpo experimenta cambios fisiológicos que pueden afectar a la masa muscular. Este fenómeno se conoce con el nombre de sarcopenia. Ajusta tus rutinas y nutrición a la edad, priorizando los aspectos relacionados con la salud.

Asegúrate de abordar estos cuatro factores clave para optimizar tus esfuerzos durante el entrenamiento y recuerda que el éxito a largo plazo no depende exclusivamente de lo que haces en el gimnasio, sino también de cómo cuidas tu cuerpo fuera de él.